Árbol de Jade

Qué quiere decir que las hojas de tu Árbol de Jade se pongan amarillas, según expertos en botánica

Cuidar del árbol de Jade no solo mejora su apariencia, sino que asegura que siga siendo un símbolo de resistencia y prosperidad en el hogar.
miércoles, 20 de noviembre de 2024 · 09:00

El Árbol de Jade, puede mostrar signos de problemas de salud a través del color y estado de sus hojas. Cuando estas se vuelven amarillas, se trata de un indicio de que la planta podría estar enfrentando un déficit de nutrientes esenciales. Según expertos en botánica, este fenómeno suele estar relacionado con la falta de azufre, un elemento clave para el desarrollo de las plantas.

Tienes que saber esto

El azufre desempeña un papel fundamental en la salud de las plantas, incluido el Árbol de Jade, este nutriente ayuda en la detoxificación, protege las células contra el calor, la sequía y el frío, y contribuye al fortalecimiento general de la planta. La carencia de azufre, evidenciada en el amarillamiento de las hojas, afecta la capacidad de la planta para mantenerse sana y resistente a las condiciones adversas.

Las hojas amarillas en el Árbol de Jade son uno de los síntomas más claros de que la planta necesita azufre. Este problema también puede venir acompañado de un crecimiento más lento y una apariencia debilitada en general. Si notas que el amarillamiento de las hojas persiste, es importante actuar de inmediato, ya que la falta de azufre no solo afecta la apariencia, sino también el sistema de defensa del árbol contra factores externos.

Árbol de Jade. Fuente: iStock.

Existen varias formas de agregar azufre al Árbol de Jade para corregir su deficiencia, una opción es usar fertilizantes que contengan este elemento, los cuales pueden encontrarse en viveros. Entre los métodos más comunes están azufre en polvo mojable, sal de Epsom, estiércol o abono orgánico, azufre elemental o sulfato.

Árbol de Jade. Fuente: iStock.

El amarillamiento de las hojas del Árbol de Jade puede revertirse con un manejo adecuado del azufre y una atención continua a las necesidades de la planta. Incorporar este elemento de manera controlada y observar los cambios en su estado general es clave para garantizar su salud y longevidad. 

4o