Numismática
Entregan hasta $100,000 por esta moneda chilena de 500 pesos que tiene 2 caras
Para quienes tienen monedas antiguas o curiosas en casa, este caso puede ser una motivación para revisarlas con más detenimiento.En un mundo donde los pagos electrónicos y las tarjetas han reemplazado en gran medida al efectivo, las monedas aún tienen un espacio especial, sobre todo para los coleccionistas. Un ejemplo fascinante es la pieza chilena de $500 que, por un peculiar defecto de fabricación, puede alcanzar un precio de hasta $100,000 en el mercado de coleccionistas.
La moneda valiosa
Ignacio Villalón, conocido por su cuenta de Instagram Error Coins Chile, es uno de los referentes más destacados en el mundo de la numismática en el país. En su perfil, comparte regularmente hallazgos y curiosidades sobre monedas con errores, así como consejos para quienes desean adentrarse en este fascinante hobby. Recientemente, Villalón publicó un video donde mostró una nueva adquisición una pieza chilena de $500 que, por su rareza, ha llamado la atención de coleccionistas y curiosos por igual.
Esta moneda de $500, que a simple vista parece normal, tiene una característica única que la hace excepcional: tiene dos caras. Es decir, al girarla, en lugar de encontrar el anverso y el reverso tradicionales, ambas caras muestran el rostro del cardenal Raúl Silva Henríquez. Según Villalón, esta peculiaridad salió así directamente de la Casa de Moneda, lo que la convierte en un verdadero tesoro para los amantes de las piezas únicas.

Canva / Producción Terra.
Villalón destacó que adquirió la moneda por $100,000, un precio 200 veces mayor que su valor nominal, en el mercado de coleccionistas, el precio de estas piezas depende de factores como la rareza, el estado de conservación y la demanda. Aunque no hay un precio fijo ni un lugar específico para venderlas, el interés de los coleccionistas puede hacer que su valor aumente considerablemente.
Cuando se trata de monedas de colección, el estado en que se encuentran es fundamental, las piezas bien conservadas, sin desgaste ni marcas significativas, tienden a ser mucho más valiosas que aquellas con señales de uso, además, contar con evidencia de que no ha sido alterada de manera artificial.