Numismática
Ofrecen hasta 7500 euros por la peseta con la cara de Franco de 1946
El valor de esta moneda no radica solo en su rareza, sino también en la historia que lleva consigo, una historia de rechazo y modificación que terminó convirtiéndola en una pieza única.
La historia de esta singular peseta de 1946 comienza cuando se encargó a Benlliure el diseño del retrato de Franco para la moneda. El escultor de gran prestigio, plasmó una versión del dictador en el metal, pero el resultado no fue del agrado del dictador, por lo que comenzó una curiosa historia.
Por esto vale tanto
Insatisfecho con el diseño, Franco solicitó que se modificara, y fue entonces cuando se creó un nuevo grabado, el cual fue finalmente el que se usó en las pesetas de 1947 y 1953. Debido a esta decisión, la moneda de 1946 con el primer diseño quedó relegada y nunca se puso en circulación. Esto ha hecho que su rareza aumenta considerablemente, elevando su valor en el mercado numismático.
Se estima que solo se acuñaron 1.000 unidades de esta peseta en 1946, y hoy en día se calcula que existen alrededor de 150 ejemplares en buenas condiciones. Esta escasez convierte a la peseta de 1946 en una de las monedas más buscadas y valiosas entre los coleccionistas de España y del mundo.
Fuente: Canva / Producción Terra.
La exclusividad de la peseta de 1946 con la cara de Franco no solo atrae a coleccionistas, sino también a inversores que ven en esta moneda una oportunidad de asegurar su patrimonio. Las subastas de monedas raras son eventos en los que participantes apasionados de la numismática, y en el caso de esta peseta, la puja puede llegar hasta los 7.500 euros.
Con el paso del tiempo, la peseta con el rostro de Franco de 1946 se ha consolidado su lugar en la historia de la numismática española. Su historia, su rareza y su alto valor en el mercado la han convertido en una moneda legendaria, que representa tanto el arte de la época como las decisiones políticas que afectarán su diseño.
