Cocina

Bocaditos de espinaca, aprende a hacer esta sencilla receta con solo 5 ingredientes

Sigue este paso a paso para disfrutar de los mejores bocaditos caseros con espinaca y otros ingredientes más.
miércoles, 2 de octubre de 2024 · 20:30

Los bocaditos de espinaca son una opción deliciosa y nutritiva que puede acompañar cualquier plato principal o servirse como aperitivo. Estos pequeños bocados son una excelente manera de incluir verduras en la dieta diaria, siendo una receta fácil de preparar y muy versátil. En este artículo te explicamos cómo hacerlos, paso a paso, para que disfrutes de un acompañamiento saludable en tu próxima comida.

Para comenzar la receta, los ingredientes que necesitas son simples y accesibles. Vas a requerir una planta de espinaca fresca, dos huevos, harina leudante, aproximadamente 100 gramos de queso rallado o cremoso, provenzal, sal a gusto y aceite para freír. Estos ingredientes forman la base de una masa que, una vez frita, se convertirá en los irresistibles bocaditos de espinaca.

El primer paso de la receta consiste en preparar la espinaca. Debes lavarla bien y picarla finamente. Una vez lista, colócala en un bol grande. A continuación, añade los dos huevos, una pizca de sal, un poco de provenzal y las cucharadas de harina leudante necesarias para obtener una mezcla de consistencia firme, pero no demasiado seca. Después, incorpora el queso rallado o cremoso, que dará un toque extra de sabor y cremosidad a la mezcla.

Una vez que todos los ingredientes estén bien integrados, debes dejar reposar la mezcla durante unos 15 minutos. Esto permitirá que los sabores se asienten y que la harina leudante comience a actuar, lo que dará una textura esponjosa a los bocaditos. Mientras la mezcla reposa, puedes ir calentando el aceite en una sartén profunda, asegurándote de que esté a la temperatura adecuada para freír.

Cuando el aceite esté caliente, toma pequeñas porciones de la mezcla de espinaca y fríelas durante unos minutos por cada lado, hasta que los bocaditos adquieran un color dorado y crujiente. Es fundamental no freírlos a fuego demasiado alto, para evitar que se quemen por fuera y queden crudos por dentro. Después de freírlos, colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.