Psicología

Qué significa caminar con las manos entrelazadas por la espalda, según la psicología

La comunicación no verbal tiene un impacto profundo en cómo los demás nos perciben, incluso sin pronunciar palabra alguna.
viernes, 11 de octubre de 2024 · 06:00

Gestos, posturas y movimientos del cuerpo pueden transmitir una variedad de mensajes acerca de nuestro estado emocional o pensamientos. Entre estos gestos, uno de los más observados es el de caminar con las manos entrelazadas detrás de la espalda, el cual puede proyectar diversas impresiones, dependiendo del contexto cultural y social. Este gesto, aunque realizado en muchas ocasiones de manera inconsciente, revela mucho más de lo que creemos.

Esto dice la psicología

Caminar con las manos entrelazadas en la espalda es un gesto que ha sido tradicionalmente asociado con figuras de autoridad, como militares, profesores o líderes. Esta postura proyecta control, confianza y una sensación de dominio del entorno. Al dejar expuestas áreas vulnerables del cuerpo, como el pecho y el abdomen, se transmite una clara señal de seguridad, pues la persona que adopta esta postura no siente ninguna amenaza en su entorno inmediato.

Otro contexto en el que es común ver a personas caminar con las manos entrelazadas en la espalda es durante momentos de introspección. Quienes adoptan esta postura suelen estar absortos en sus pensamientos, reflexionando o procesando información. Esta posición ayuda a generar un espacio mental de calma, permitiendo bloquear estímulos externos y facilitando la concentración.

Manos en la espalda.
Fuente: iStock.

Aunque puede ser visto como una muestra de calma y autoridad en muchos contextos, en ambientes más formales o empresariales puede interpretarse de manera diferente. En una reunión de trabajo o durante una presentación, caminar con las manos en la espalda podría ser percibido como una señal de desinterés o una actitud excesivamente relajada. 

Manos en la espalda.
Fuente: iStock.

La clave está en entender que el significado de los gestos corporales puede variar según el entorno y la cultura en la que nos encontramos. Por ejemplo, en algunos contextos, este gesto puede asociarse con personas mayores que caminan por placer o con figuras públicas que se presentan como pensadores y líderes. En estos casos, caminar con las manos entrelazadas detrás de la espalda es visto como un símbolo de serenidad y sabiduría.