Cocina

Mousse de chirimoya, aprende a hacer este delicioso postre con solo 6 ingredientes

Sigue este sencillo paso a paso para disfrutar de la mejor receta con esta fruta.
jueves, 10 de octubre de 2024 · 20:00

El mousse de chirimoya es un postre refrescante y ligero, ideal para disfrutar durante la primavera y el verano, cuando las frutas de estación están en su mejor momento. La chef Constanza Cuevas, reconocida por su trabajo en el recién inaugurado Fat Kid Café en Valparaíso, nos presenta una receta sencilla que destaca esta fruta tropical. El mousse, decorado con frutos rojos, combina la dulzura y textura cremosa de la chirimoya con el toque ácido de las bayas, creando un contraste de sabores irresistible.

Para preparar este postre, necesitas pocos ingredientes y un poco de paciencia. La receta utiliza pulpa de chirimoya, que puedes hacer en casa triturando la fruta fresca o bien optar por la versión congelada si prefieres ahorrar tiempo. La chirimoya se mezcla con gelatina sin sabor y chocolate blanco, lo que aporta una textura suave y un sabor único que eleva la experiencia. Además, la crema de leche batida se incorpora para darle ese toque esponjoso que caracteriza a los mousses.

La receta comienza hidratando la gelatina y calentando la pulpa de chirimoya. Una vez disuelta la gelatina en la pulpa caliente, se añade chocolate blanco derretido para darle consistencia y sabor. El truco está en mezclar todo con movimientos envolventes, evitando perder el aire incorporado al batir la crema. De este modo, se logra una textura liviana y aireada, que es esencial para que el mousse tenga esa característica esponjosidad.

Este mousse de chirimoya se puede servir en un copón grande o en porciones individuales. La decoración final con frutos rojos añade un toque visual atractivo y un contraste de sabores muy refrescante. Además, puedes experimentar con otras frutas de estación si lo prefieres, como frambuesas, arándanos o moras.

Si bien esta receta es bastante rápida y fácil, es importante tener en cuenta algunos detalles. La clave está en no sobrebatir la crema y en manejar con cuidado el chocolate blanco al derretirlo, ya que puede quemarse si no se hace con precaución.