Cómo es el truco para limpiar la suciedad de tu ventilador, según técnicos profesionales

El ventilador es un artefacto que ayuda a repeler el calor, al impulsar ráfagas de aire a través de sus aspas. Se trata de un electrodoméstico que es muy común en las casas, porque es una alternativa y económica en comparación con el aire acondicionado. Sin embargo, con el paso del tiempo, su funcionalidad podría verse condicionada por la presencia de polvo en su interior, siendo necesario aplicar este sencillo truco de limpieza.

A pesar de ser un objeto muy utilizado, el ventilador requiere de ciertos cuidados para asegurar su vida útil. La principal amenaza que encontramos es el polvo y la tierra que se alojan en el interior, junto con sus componentes internos. En esta situación, es necesario realizar una limpieza profunda que logre disipar, pero será mucho más efectivo con el siguiente truco.

¿En qué consiste este truco para el ventilador?

Cuando notemos que el ventilador comienza a mostrar fallas en su funcionamiento, el problema de origen se encuentra en su interior. Pues con el paso de los años, este electrodoméstico al impulsar el aire, también aspira la suciedad suspendida en la casa, por lo que es necesario llevar una limpieza al día. Pero, si buscamos mejorar su rendimiento, lo ideal es seguir este truco que consiste en utilizar unos productos fáciles de conseguir.

La presencia del polvo y pelusas dentro del ventilador pueden generar un cortocircuito en sus componentes, que derivan en el desuso del electrodoméstico. Para esto, lo ideal es realizar una limpieza que abarque desde las partes más expuestas hasta dirigirnos a la parte más escondida del interior. Con ayuda del siguiente truco tendrás la posibilidad de alejar toda la suciedad acumulada, además de dejarlo como nuevo.

Instrumentos:

• Agua
• Detergente (o jabón)
• Rejilla

Antes de proceder con la aplicación de este truco, debemos tomar en cuenta que esta práctica podría ser peligrosa, siempre y cuando el ventilador se encuentre desenchufado. De ser así, primero procedemos a despejar toda la suciedad de la parte externa del electrodoméstico, como las aspas y la rejilla posterior y frontal. Luego, en un recipiente, mezcla un poco de agua y detergente para iniciar con una limpieza completa con ayuda de una rejilla húmeda.