Perros

Cuántas palabras entiende tu perro, según la ciencia

Rompe con los estereotipos y descubre la capacidad lingüística de los perros según un estudio.
jueves, 4 de enero de 2024 · 10:30

Los perros siempre han sido considerados el mejor amigo del hombre, no solo comparten momentos de juego y compañerismo, sino también un lenguaje especial que conecta a ambas especies. Un estudio reciente publicado en Applied Animal Behaviour Science analizó 165 perros de diversas edades, razas y ocupaciones y descubrió las fascinantes habilidades lingüísticas de estos leales compañeros.

Descubrieron que aproximadamente la mitad de las mascotas responden a las órdenes de sus dueños, la mayoría de las cuales implicaban comportamientos como sentarse, esperar y buscar algo. Lo sorprendente es que las investigaciones muestran que los perros entrenados profesionalmente tienen un vocabulario más amplio que los perros domésticos.

Perros. Fuente: Pexels

Según científicos de la Universidad de Columbia Británica, los perros entienden alrededor de 89 palabras o estructuras gramaticales específicas. Aproximadamente la mitad de estas palabras están asociadas con órdenes directas, lo que indica la capacidad de estos animales para interpretar y realizar comportamientos específicos en respuesta a las instrucciones de sus dueños.

Aún más interesante es la posibilidad de que los perros puedan ampliar su vocabulario a más de 200 palabras, una hazaña comparable a la de un niño de dos años. Contrariamente a algunas suposiciones, la edad o los conocimientos del dueño no parecen afectar la comprensión del lenguaje del perro, según el estudio.

Perros. Fuente: Pexels

Por otro lado, la raza y el adiestramiento influyen en la capacidad de comprender el lenguaje, y un perro adiestrado profesionalmente es un factor decisivo a este respecto. Otros factores que pueden afectar el vocabulario de un perro incluyen la cantidad de tiempo que el dueño dedica a aprender nuevas actividades, la genética y la ocupación del animal. En conclusión, este estudio nos insta a pensar en la complejidad y riqueza del lenguaje canino y muestra que el vínculo humano-perro va más allá de los ladridos y los gestos para entablar fascinantes intercambios de lenguaje que enriquecen la relación entre ambas especies.

 

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