Científicos confirmaron si es verdad que 21 días alcanzan para tener un hábito

Todas las personas que quieran tener una vida saludable, deben saber que hay que dejar de lado algunos hábitos que estábamos acostumbrados a realizar; y es que pueden llegar a ser no tan saludables para la salud de las personas. Obviamente que no es fácil y que para lograrlo hay que ser constantes, y por lo general suele tardar algunos días. Los expertos aseguran que está la teoría de los 21 días, y si se la cumple, podemos ya emplear ese hábito saludable, por lo que te contaremos a continuación.

Según los expertos, la clave para establecer un nuevo hábito, es repetir, repetir y repetir, hasta que se haga automático y no tengamos que pensar dos veces en hacerlo. Así como te levantas todos los días para trabajar, lo debes hacer con la salud. Pero, la gran pregunta está en cuántos días hay que repetirlo para que se vuelva parte de nuestra vida diaria.

William James, considerado como el padre de la psicología moderna, manifestó que poner en práctica nuevos hábitos en la vida requiere de 21 días y de ahí viene la regla de 21 días, que serían algo de tres semanas. Según este experto, se necesita de un largo proceso para poder adoptar una nueva conducta en la vida diaria de las personas. Sin embargo, otros estudios provenientes de la Universidad Complutense de Madrid manifestaron que no es así y que para algunos hábitos se requiere más tiempo.

Como bien mencionábamos, esta prestigiosa escuela de estudios de Madrid explica que para algunos hábitos se necesitan de más de 21 días para implementarlo a la vida diaria; y hay otros que se hará con rapidez. Por ejemplo, si necesita implementar ir al gimnasio todos los días, lo más probable es que encuentre otros argumentos y excusas para no hacerlo, ya que habrá una ‘resistencia psicológica’.

Para concluir, destacaron que no todos los hábitos se adaptan a la regla de los 21 días; pero hay algunos que sí se harán con facilidad debido a que no presentan tanta complejidad. Por eso, es importante fijar un objetivo realista y saber diferenciar entre los esfuerzos diarios para disfrutar así de los beneficios a corto plazo.