El ritual ancestral con laurel que sirve para vivir con abundancia y atraer el dinero a tu hogar

Dentro de la sociedad, el dinero es un recurso necesario para poder realizar intercambios de bienes y servicios. Pero obtenerlo, requiere de mucho esfuerzo y espera, más aún cuando pasamos por malas etapas económicas en nuestro hogar. El Feng Shui aparece como una posible respuesta, ya que ofrece un ritual capaz de cambiar el rumbo de las energías hacia nuestro favor, y para eso, solo necesitas un poco de laurel y azúcar.

El Feng Shui, de origen asiático, es una filosofía que se destaca por una serie de prácticas antiguas y ancestrales, capaces de alterar las energías y atraer la buena suerte. Es así que nos propone este ritual compuesto de laurel y azúcar para generar abundancia y mucha fortuna. En caso de que te encuentres pasando una mala situación financiera o de mala suerte, puedes poner en marcha esta práctica para disipar los malos augurios.

Para esta filosofía, el laurel es un recurso muy importante más allá de que sea utilizado con fines aromáticos para la cocina. Según detallan, esta planta concede protección al hogar de la envidia, los conflictos y las discusiones, es por ello que quienes conocen sus beneficios, los portan en algún bolsillo o cartera. Pero esta se puede potenciar con el siguiente ritual, acompañado con azúcar, para realizar un trabajo efectivo sobre tu hogar. Ritual del laurel y azúcar ¿Cómo se realiza?:

Ingredientes:

• Un cuenco o recipiente de cocina.
• 8 hojas de laurel seco.
• Una cucharada de azúcar.
• Carbón (trozos pequeños).
• Fósforos (o Cerillos).

Preparación para el ritual:

1. Introducir los trozos de carbón en el cuenco o recipiente.
2. Agregar 8 hojas de laurel y una cucharada de azúcar.
3. Prender los trozos de carbón con ayuda de los cerillos. Al prenderse, se calentarán y producirán un efecto caramelo, gracias al azúcar y el laurel, que aromatizan el hogar.

Para el Feng Shui, una vez comenzado con el ritual del laurel y el azúcar, aconsejan que el aroma de esta mezcla debe alcanzar todos los rincones de casa. Eso incluye las zonas donde menos se visiten, porque son los que mayor energía negativa acumulan. También realizar un recorrido de norte a sur y abrir todas las todas las puertas y ventanas.