Cocina
Prepara un delicioso pastel de choclo con esta sencilla receta, ideal para los días fríos
La combinación de maíz, carne y otros ingredientes crea un sabor único y reconfortante.El pastel de choclo chileno es un plato tradicional y delicioso que es perfecto para disfrutar durante los días fríos. Esta receta combina ingredientes como el maíz, la carne, el pollo, los huevos, las aceitunas y las pasas, creando una combinación de sabores y texturas irresistible.
Para hacer el relleno de carne con esta receta, comienza calentando un poco de aceite en una olla y añade la carne molida o picada. Sofríe la carne hasta que esté dorada y luego agrega las cebollas picadas, el ají de color o pimentón dulce, el comino, la sal y la pimienta. Mezcla bien todos los ingredientes y añade el caldo de vacuno o agua.
Cocina a fuego bajo durante aproximadamente 30 minutos. Luego, incorpora la harina y revuelve hasta que se integre. Deja enfriar y refrigera por unas horas o toda la noche. Para la crema de maíz, derrite la mantequilla en una olla y agrega el maíz. Revuelve hasta que se caliente y luego añade la leche, la albahaca picada, la sal, la pimienta y el merkén si deseas un toque picante en tu pastel de choclo.
Continúa cocinando y revolviendo durante unos minutos. Procesa el maíz hasta obtener una crema espesa y agrega la harina de maíz. Cocina a fuego medio hasta que la mezcla espese aún más. Ajusta los condimentos si es necesario y reserva. Para armar el pastel de esta receta, coloca una capa delgada de crema de maíz en una fuente de barro o refractaria. Luego, agrega una capa generosa de relleno de carne, cubriendo toda la superficie. Añade trozos de pollo, mitades de huevo duro, aceitunas y pasas al gusto.
Cubre todo con otra capa gruesa de crema de maíz y alisa la superficie con una espátula. Espolvorea azúcar granulada sobre la parte superior para obtener un dorado delicioso. Precalienta el horno a 200°C y hornea el pastel de choclo durante unos 45 a 60 minutos, o hasta que esté burbujeante y dorado por encima. Deja reposar unos minutos antes de servir para que los sabores se asienten.