Cocina
Empanadas de carne, aprende a hacer la clásica receta de la abuela en solo 3 pasos
La receta tradicional de esta delicia chilena involucra un proceso detallado y cariñoso que asegura un sabor inigualable.Las empanadas de carne son una delicia gastronómica que encapsula la riqueza culinaria de Chile. Este plato, que combina una masa crujiente con un relleno jugoso y sabroso, es perfecto para cualquier ocasión, desde reuniones familiares hasta festividades nacionales.
El primer paso de la receta es la preparación de la masa. Necesitarás 500 g de harina de trigo, 100 g de manteca o margarina, 250 ml de agua y una cucharadita de sal. Mezcla la harina y la sal en un bol, agrega la manteca en trozos y trabaja la masa hasta obtener una consistencia arenosa. Luego, añade el agua gradualmente y amasa hasta lograr una masa uniforme y elástica. Deja reposar la masa cubierta por unos 30 minutos.
Mientras la masa descansa, puedes preparar el relleno. Para esta receta, necesitarás 500 g de carne picada (puede ser de ternera o cerdo), 2 cebollas picadas, 2 huevos duros picados, 50 g de aceitunas verdes picadas, 2 cucharadas de aceite de oliva y especias al gusto como sal, pimienta, comino, orégano y pimentón. Sofríe la cebolla en aceite de oliva hasta que esté transparente, añade la carne y cocina hasta dorar. Condimenta al gusto y luego retira del fuego para enfriar un poco. Incorpora los huevos duros y las aceitunas al relleno.
El armado de las empanadas de carne es el tercer paso. Extiende la masa en una superficie enharinada y corta círculos de unos 15 cm de diámetro. Coloca una porción del relleno en el centro de cada círculo, humedece los bordes con agua y dobla la masa para sellar los bordes, usando un tenedor o haciendo un repulgue.
Para cocinar las empanadas de carne, tienes dos opciones: hornear o freír. Si optas por hornearlas, precalienta el horno a 180 °C y pinta las empanadas con huevo batido. Colócalas en una bandeja engrasada y hornea durante 20 minutos o hasta que estén doradas. Si prefieres freírlas, sumérgelas en aceite caliente y fríelas hasta que adquieran un color dorado por ambos lados. Luego, escúrrelas sobre papel absorbente.