Salud

Demencia: 3 antioxidantes pueden hacer que el cerebro sea resistente al declive: dónde encontrarlos

La neurodegeneración es una consecuencia inevitable del envejecimiento, pero si se acumulan acumulaciones de proteínas en el cerebro, las funciones cognitivas pueden fallar más drásticamente.
jueves, 12 de mayo de 2022 · 02:30

En las últimas décadas, ha aumentado la evidencia de que los alimentos pueden reforzar las defensas del cerebro contra las enfermedades, pero dada la inmensidad de información a nuestra disposición, elegir las mejores armas no es una tarea fácil.

Recientemente, los investigadores se han centrado en una serie de antioxidantes para estudiar sus efectos en el cerebro. Según sus hallazgos, tres en particular pueden reducir drásticamente el riesgo de demencia y enfermedad de Alzheimer en diferentes grupos de edad.

Usando datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de Gran Bretaña, los investigadores evaluaron las asociaciones e interacciones entre las vitaminas A, C y E, y la enfermedad de Alzheimer y la demencia por todas las causas.

Sus resultados revelaron que las personas con niveles más altos de antioxidantes en la sangre pueden tener menos probabilidades de desarrollar demencia.

May Beydoun, PhD, del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de los NIH, dijo: “Extender el funcionamiento cognitivo de las personas es un desafío importante para la salud pública.

“Los antioxidantes pueden ayudar a proteger el cerebro del estrés oxidativo, que puede causar daño celular”.

Los datos mostraron que la lectina y la zeaxantina se encontraron en vegetales de hojas verdes, como la col rizada, las espinacas, el brócoli y las arvejas.

La ceta-criptoxantina, por otro lado, se encontró en frutas como naranjas, papaya, mandarinas y caquis.

El estudio incluyó una muestra de 7.283 participantes a los que se les pidió que se sometieran a un examen físico, una entrevista y un análisis de sangre para detectar antioxidantes.

El período de seguimiento de 16 años permitió a los investigadores evaluar cuántos de los participantes desarrollaron demencia.

Los hallazgos mostraron que el aumento de los niveles de antioxidantes luteína y zeaxantina se asoció con un menor riesgo de demencia en personas de 65 años o más.

Sin embargo, el aumento de los niveles del antioxidante redujo el riesgo de deterioro cognitivo en personas de 45 años o más.

Sin embargo, el doctor Beydoun señaló: "Es importante tener en cuenta que el efecto de estos antioxidantes sobre el riesgo de demencia se redujo un poco cuando tomamos en cuenta otros factores como la educación, los ingresos y la actividad física, por lo que es posible que esos factores puedan ayudar a explicar la relación entre los niveles de antioxidantes y la demencia”.

Históricamente, una mayor ingesta dietética de vitamina C y E ha sido aclamada como la mejor arma contra el desarrollo del deterioro cerebral.

Los beneficios se han atribuido a su capacidad para proteger el cerebro contra el estrés oxidativo.

El estrés oxidativo juega un papel central en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas.

Estudios previos han demostrado que una alta ingesta de antioxidantes puede prevenir la aparición del deterioro cerebral al reducir la pérdida neuronal debida al estrés oxidativo.

Omega-3 es otro conocido defensor contra las enfermedades cerebrales.

Existe evidencia de que las células cerebrales con altos niveles de omega-3 en sus membranas se comunican mejor con otras células, un proceso importante para la función cerebral.

Por otro lado, los alimentos blancos, como la pasta, los pasteles, el azúcar blanco, el arroz blanco y el pan blanco envían toxinas al cerebro, lo que prepara el escenario para la acumulación de proteínas.

Esta acumulación es lo que posteriormente impide que las células cerebrales funcionen correctamente y las predispone a la demencia.

La disminución de malos hábitos como fumar y beber alcohol es igualmente necesaria para disminuir la carga de la enfermedad.