Salud

Cáncer: cómo saber si el entumecimiento en las extremidades es un síntoma de la enfermedad

La epidemia del cáncer podría empeorar la difícil situación de los pacientes en los próximos años, pero los expertos confían en que ciertas medidas podrían suavizar el golpe. Crear conciencia sobre las señales de advertencia, por ejemplo, podría ayudar a miles a recibir tratamiento curativo
miércoles, 27 de abril de 2022 · 01:30

La guerra contra el cáncer está resultando ardua a la luz de las recientes interrupciones de Covid, con escasez de personal y derivaciones retrasadas en la raíz del problema.

Sin embargo, los expertos siguen confiando en que la ampliación de la conciencia sobre las señales de advertencia podría ayudar a detectar casos de manera temprana.

Ocasionalmente, la enfermedad induce daño a los nervios, causando entumecimiento en los dedos de manos y pies.

El cáncer es el resultado de una rápida proliferación de células de ADN dañadas, que se conglomeran para formar tumores malignos.

Parte de la dificultad en el tratamiento de la enfermedad es que la propagación de la enfermedad es notoriamente difícil de controlar.

En el momento en que se detecta, el cáncer a menudo se ha diseminado a órganos o extremidades vecinos.

Esta característica de rápida propagación puede producir una multitud de complicaciones, incluido el daño a los nervios.

Macmillan explica: “El cáncer puede causar neuropatía periférica en un área del cuerpo si el tumor crece cerca de un nervio y lo presiona.

“La cirugía puede dañar los nervios y causar síntomas en el área afectada. Por ejemplo, la cirugía de cáncer de mama puede causar entumecimiento u hormigueo y dolor en el brazo. En algunos tipos de cáncer, el cuerpo puede producir sustancias que dañan los nervios periféricos. Esto se llama síndrome paraneoplásico. Puede ocurrir en personas con pulmón, mieloma o linfoma".

La aparición de otros síntomas, como fatiga, pérdida de peso, bultos o problemas de alimentación, puede ofrecer pistas sobre si el hormigueo en las extremidades es causado por el cáncer.

El grupo de trastornos que caracterizan a los síndromes paraneoplásicos se debe a que los agentes del sistema inmunitario que combaten el cáncer atacan partes del cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos.

Los síntomas varían según la parte del sistema nervioso afectada, pero los pacientes pueden esperar problemas con el movimiento muscular, la coordinación, la percepción sensorial, la memoria y las habilidades de pensamiento.

En algunos casos, el tratamiento del cáncer puede revertir la lesión de los nervios, pero en casos graves, la condición puede ser difícil de revertir.

Afortunadamente, se ha demostrado que otras intervenciones minimizan el daño y evitan que se prolongue, ayudando a mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen.

¿Qué es la neuropatía periférica?

La neuropatía periférica puede tener un impacto profundo ya que los nervios que transportan mensajes hacia y desde el cerebro se ven afectados.

De hecho, el hormigueo y el entumecimiento en las puntas de los pies suelen ser solo la punta del iceberg de los síntomas de la neuropatía.

A veces, otras funciones corporales, como la digestión, la micción y la circulación, se ven afectadas por la afección.

En casos extremos, el daño a la terminación nerviosa puede volverse irreversible y causar que la extremidad se infecte.

Esto prepara el escenario para la muerte del tejido, conocida como gangrena, que puede requerir la amputación de la extremidad afectada.

Evitar la neuropatía periférica inducida por el cáncer no es una tarea sencilla, pero muchas otras condiciones pueden contribuir a la condición.

Hopkins Medicine explica: “Puedes disminuir el riesgo de muchas de estas afecciones si evitas el alcohol, corriges las deficiencias vitamínicas, sigues una dieta saludable, pierdes peso, evitas las toxinas y haces ejercicio con regularidad”.

En términos de dieta, los órganos de salud son muchos para restablecer la importancia de comer cantidades suficientes de B12.

El nutriente se puede adquirir a través de productos de origen animal como huevos, pescado, carne y aves, así como otros alimentos enriquecidos con vitamina B12.