Cómo vivir más tiempo: la dieta que podría añadir 13 años a tu esperanza de vida

Busque en Google el término "dieta" y aparecerá una plétora de opciones en la pantalla. La mayoría tendrá un propósito declarado, como reducir los niveles de azúcar en la sangre, perder peso, ganar músculo y reducir la grasa visceral.

Sin embargo, ¿el tiempo de seguimiento de una determinada dieta podría ser tan importante como la propia dieta? Así lo sugiere un nuevo estudio de Noruega.

Publicado en la revista PLOS Medicine, un nuevo estudio ha establecido que cambiar a una dieta más saludable a una edad más temprana podría aumentar significativamente la esperanza de vida.

Realizado por la Universidad de Bergen, los investigadores sugirieron que si una mujer cambiara a una dieta óptima a la edad de 20 años, podría esperar ver un aumento en la esperanza de vida de alrededor de 10 años.

Mientras tanto, si un hombre comenzó a comer una dieta más saludable a partir de los 20 años, podría esperar ver 13 años agregados a su vida útil.

El Dr. David Katz, experto en medicina preventiva y de estilo de vida, respondió al estudio: "La noción de que mejorar la calidad de la dieta reduciría el riesgo de enfermedades crónicas y muerte prematura está establecida desde hace mucho tiempo, y es lógico que con menos enfermedades crónicas y prematuras, la muerte se retrasa y significa más esperanza de vida".

Sin embargo, cuando se trata de la dieta específica requerida para una vida larga, el estudio usa la palabra "óptima".

Una dieta óptima podría variar según los científicos y médicos con los que hable una persona.

En respuesta, Katz resumió esta ambigüedad: “Lo que ellos definen como una dieta 'óptima' no es del todo normal; es mucho mejor que la dieta 'típica'.

Con respecto a la causa de la mayor esperanza de vida, el estudio encontró que el consumo de más legumbres, incluidos porotos, garbanzos y lentejas, tuvo un impacto.

También lo hizo consumir más cereales integrales y frutos secos.

Entonces, el estudio, como sugiere Katz, no es puritano en su enfoque; permite la inclusión de indulgencias dietéticas convencionales.

Sin embargo, destaca la importancia de una dieta equilibrada y cómo un acto tan simple puede tener consecuencias tan importantes.

Mientras tanto, en las legumbres y verduras en cuestión, recientemente se descubrió que las verduras no juegan un papel tan importante en las enfermedades cardíacas como se pensaba originalmente.

Un estudio realizado por las universidades de Oxford, Bristol y Hong Kong descubrió recientemente que las verduras por sí solas no son suficientes para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca de una persona.

Durante un estudio en el que se siguió a los participantes durante 12 años, los individuos registraron lo que implicaba su dieta.

Según el estudio, se encontró que aquellos que comían más verduras tenían un 15 por ciento menos de probabilidades de morir de una enfermedad cardíaca.

Sin embargo, los autores del estudio dijeron que esto podría explicarse por otros factores.

Además, si bien las verduras por sí solas no son suficientes para reducir el riesgo cardiovascular, esto no quiere decir que no sean clave para una vida saludable.

Una dieta equilibrada, junto con ejercicio y hábitos de vida positivos, es la mejor manera de mantenerse en forma y saludable.

Para obtener más información sobre cómo mejorar su dieta, lo mejor es que consulte a un nutricionista ya que cada organismo es diferente y puede tener requerimientos o deficiencias especiales a la hora de comer de forma apropiada para su género, raza, edad, índice de masa corporal, nivel de actividad física, alergias, etc.

A pesar de que el mundo está muy globalizado, de que los cultivos se han vuelto más eficientes y de que podemos tener sandías en pleno invierno, es recomendable que también tomes en consideración el aprender a gestionar la alimentación conforme a las estaciones del año y a los alimentos estacionarios. Comprar frutas y verduras de temporada te asegurará mejores nutrientes en tus alimentos y mejores precios.