Cómo vivir más tiempo: tres cambios en la dieta que podrían agregarle una década a su vida

Mientras más desarrollo exista en un país, tendrá un correlato en la longevidad de sus habitantes, por lo que las mejoras constantes a principios de siglo en materia de implementación de servicios básicos como alcantarillado y agua potable, sumado a los avances significativos en la ciencia, la farmacéutica y la atención médica, han permitido que en algunos países la longevidad haya aumentado exponencialmente y de forma acelerada.

Pero las malas tendencias de salud (mala alimentación, malos hábitos de sueño y el sedentarismo en algunos países occidentales han hecho que la esperanza de vida disminuya en los últimos años.

Evitar los alimentos poco saludables de la dieta se ha considerado durante mucho tiempo el enfoque más sensato para una salud óptima.

Sin embargo, un nuevo estudio ha identificado tres alimentos que podrían generar ganancias significativas cuando se agregan a la dieta. Cuando se combinan, estos cambios en la dieta pueden sumar una década a la esperanza de vida.

El nuevo estudio, dirigido por Lars Fadnes de la Universidad de Bergen, en Noruega, utilizó metanálisis existentes y datos del Estudio de carga global de enfermedades, para construir un modelo para construir una estimación instantánea de la esperanza de vida, basada en ciertos cambios en la dieta.

Los hallazgos, publicados en la revista médica PLOS Medicine, establecieron que los adultos más jóvenes podrían agregar una década a su vida al hacer ciertos cambios.

En las personas mayores, los cambios en la dieta trajeron cambios menores en la esperanza de vida, que aún eran significativos.

Los hallazgos sugirieron que para los adultos jóvenes en los EE. UU., un cambio sostenido de una dieta occidental típica a una dieta óptima a la edad de 20 años aumentaría la esperanza de vida en más de 10 años para mujeres y hombres.

Las mayores ganancias en la esperanza de vida se observaron entre las mujeres y los hombres que comían más legumbres, cereales integrales y frutos secos.

Pero comer menos carne roja y procesada también condujo a mejoras significativas.

Los investigadores también notaron que hacer estos cambios en la dieta a la edad de 60 años podría agregar ocho años a la esperanza de vida de las mujeres y 8,8 años a los hombres.

Además, cuando se adoptaron estos cambios en la dieta a la edad de 80 años, tanto hombres como mujeres experimentaron un aumento promedio en la esperanza de vida de 3,4 años.

Los autores del estudio señalaron: “Comprender el potencial de salud relativo de los diferentes grupos de alimentos podría permitir a las personas lograr avances de salud significativos y sin miedo.

"Las calculadoras Food4HealthLife podrían ser una herramienta útil para que los médicos, los legisladores y los legos entiendan el impacto en la salud de las elecciones dietéticas".

Fadners agregó:

“La investigación hasta ahora ha demostrado beneficios para la salud asociados con cuatro alimentos separados o patrones de dieta específicos, pero brinda información limitada sobre el impacto en la salud de otros cambios en la dieta. Nuestra metodología de modelado ha cerrado esta brecha".

Las legumbres se promocionan como una alternativa saludable a los cereales y las carnes debido a su proteína, fibra, hierro y potasio.

Además, investigaciones anteriores habían establecido que comer nueces como refrigerio siete veces a la semana podría reducir el riesgo de morir por todas las causas.

Las cualidades protectoras del corazón de los alimentos se han atribuido a sus altas concentraciones de grasas insaturadas, proteínas, fibra y micronutrientes esenciales, como ácido fólico, calcio, niacina, magnesio y potasio.

Su contenido en grasas, que se presenta en forma de fitoesteroles, es muy beneficioso para ayudar también a reducir los niveles de colesterol.

Finalmente, los granos integrales están fuertemente asociados con la longevidad porque reducen el colesterol "malo", los triglicéridos y la presión arterial, tres marcadores principales de enfermedades.

En los últimos años, el enfoque de la investigación sobre la longevidad ha pasado de prolongar la vida a mejorar la calidad de vida hasta el final, y los tres cambios en la dieta mencionados anteriormente podrían ayudar a prevenir problemas de salud.

Cada vez hay más pruebas de que los alimentos ricos en antioxidantes, que abundan en frutas y verduras, también podrían retrasar la degeneración de las células.

Una cualidad significativa atribuida a estos alimentos es su actividad antiinflamatoria, lo que disminuye el riesgo de ciertas enfermedades como el cáncer y las enfermedades del corazón.