Dieta para la menopausia: la dieta que ha demostrado reducir los sofocos intensos en un 84 por ciento

Una nueva investigación de la Sociedad Norteamericana de Menopausia ha encontrado una forma de controlar los síntomas sin necesidad de medicamentos o extractos hormonales.

Hasta el 80 por ciento de las mujeres posmenopáusicas sufren de sofocos.

Los medicamentos a base de estrógenos que alguna vez se usaron como prescripción común se han relacionado con un mayor riesgo de cáncer de mama y otras complicaciones de salud graves.

Una dieta vegetal baja en grasas cuando se complementa con media taza de soja cada día reduce los sofocos en un 79 por ciento en general, y los sofocos moderados y severos disminuyen en un 84 por ciento.

Investigaciones anteriores han intentado utilizar extractos de isoflavona de soja para lograr efectos positivos.

Se encontró que estos tenían una eficacia limitada.

En contraste, comer soja cocida produjo fuertes resultados positivos en comparación con un grupo de control que no vio cambios.

Investigaciones anteriores han intentado utilizar extractos de isoflavona de soja para lograr efectos positivos.

Se encontró que estos tenían una eficacia limitada.

En contraste, comer soja cocida produjo fuertes resultados positivos en comparación con un grupo de control que no vio cambios.

No se comprende el mecanismo exacto por el cual la soja ayuda con los sofocos, aunque los investigadores tienen una teoría de trabajo.

Los productos de soya son ricos en isoflavonas, que las bacterias intestinales convierten en un compuesto llamado equol.

Algunos estudios han relacionado el Equol con la reducción de la frecuencia y gravedad de los sofocos, ya que interactúa con el metabolismo del estrógeno.

Estudios previos sobre dietas veganas han encontrado que producen altos niveles de equol.

Si bien los sofocos moderados y severos se redujeron en un 84 por ciento, más de la mitad de los participantes informaron que habían desaparecido por completo.

Los participantes del estudio también informaron mejoras en otros aspectos de la vida que pueden verse perjudicados por la menopausia.

Muchos participantes vieron un mejor estado de ánimo, energía general y menos síntomas sexuales.

También se redujeron los síntomas similares a los sofocos, como los sudores nocturnos y los sofocos.

Una participante del estudio, Margo, describió sus experiencias en el estudio después de sufrir sofocos extremos durante una década.

Ella dijo: “Los sofocos eran menos frecuentes y también menos intensos.

"Ya no tuve que cambiarme de pijama en medio de la noche debido al sudor. La dieta me hizo sentir mucho mejor. Tengo mucha más energía, mi piel está más clara y perdí 20 libras (9.7 kilos) en 12 semanas".

Los datos se recopilaron para el estudio de forma remota durante 12 semanas.

Las mujeres fueron equipadas con escalas autocalibradoras para rastrear su peso corporal.

Los sofocos y otros síntomas se rastrearon mediante una aplicación móvil donde podían registrar la gravedad y la frecuencia.

También hubo cuestionarios de seguimiento de la calidad de vida y reuniones de zoom semanales con el equipo de investigación.