Bienestar

6 técnicas respaldadas por la ciencia para ayudarte a tomar decisiones difíciles sin arrepentirte

El adulto típico toma aproximadamente 35.000 decisiones al día. Si hace los cálculos (y cuenta siete horas de sueño), eso es aproximadamente 2,000 decisiones cada hora, o una opción cada dos segundos.
domingo, 5 de septiembre de 2021 · 16:45

La mayoría de las decisiones son en realidad microelecciones, como hacer clic en un enlace o tomar un sorbo de café. Pero algunas opciones se sienten trascendentales.

Un tira y afloja interno nos alerta sobre que algo grande está en juego. Sientes que la elección podría afectar significativamente tu felicidad, libertad, orgullo o realización personal.

Si estás dirigiendo una pyme, un negocio o empresa, hay aún más decisiones que tomar, y muchas son fundamentales para la salud de tu empleo o negocio.

¿Las buenas noticias? La ciencia descubre continuamente nuevas y mejores formas de tomar decisiones difíciles.

Como escribe Lea Heinrich en el New York Times, “En las últimas décadas, un campo de investigación multidisciplinario en crecimiento, que abarca áreas tan diversas como la ciencia cognitiva, la teoría de la gestión y los estudios literarios, nos ha proporcionado un conjunto de herramientas que podemos utilizar para tomar mejores decisiones".

Desafortunadamente, ninguna de estas herramientas de resolución de problemas puede tomar la decisión por ti.

"Son indicaciones, trucos, codazos", dice Heinrich. “Están destinados a ayudarlo a ver la situación actual desde nuevas perspectivas, a imaginar nuevas posibilidades, a sopesar sus opciones con más sofisticación. No existe un algoritmo infalible para las decisiones difíciles de la vida. Pero la investigación muestra que puedes mejorar en su elaboración".

Aquí hay seis métodos en los que puedes confiar cuando te cuesta dormir debido a una decisión desafiante.

1. Haz una lista de pros y contras "basada en valores".

Imagina que estás considerando la posibilidad de cambiarte de casa. ¿Te mudarás a otra ciudad? Saca una hoja de papel y escribe una lista clásica de pros y contras para la mudanza.

Ahora, aquí es donde la ciencia ha agregado un giro útil. Asigna a cada entrada de la lista un número del 0 al 1, según tus valores personales. Por ejemplo, si estar más cerca de tu familia es un "valor" que es extremadamente alto en tu lista, puedes puntuarlo en 0.9 o 0.95.

Si mencionaste "cerca de las montañas" como otro valor, pero eres más un bohemio que ama los bares antes que un excursionista alpino, entonces solo podrías calificar 0.2 o 0.3. Haz lo mismo con el lado de los "contras". Dejar un trabajo que amas podría obtener un 0,8, por ejemplo, si tu carrera es una parte esencial de tu vida.

Suma cada lado, multiplica el resultado por 100 y ve si gana el lado a favor o en contra.

También puedes hacer una lista separada de pros y contras para quedarte donde estás. Compara los valores finales y ve cómo te sientes con el resultado. A menudo, confrontar un número "lógico" (que en realidad estaba cargado de emociones) puede iluminar los sentimientos subconscientes.

Si ves los números, pero aún te sientes atraído en la dirección opuesta, vale la pena hacer una exploración más profunda.

También puedes utilizar esta técnica para decisiones más pequeñas y menos personales, como qué proyecto o función abordar a continuación.

2. Explora escenarios futuros.

Considerar los mejores y peores escenarios es una forma común de tomar decisiones difíciles.

¿Cuál es el mejor futuro que puedas imaginar? ¿Lo peor? ¿Y cómo te sentirías si ese desastroso escenario se hiciera realidad?

Para ampliar esta técnica, el psicólogo Gary Klein ha estudiado un giro que él llama el "premortem". En una historia de Harvard Business Review, Klein explica por qué una autopsia es el hipotético opuesto de una autopsia.

“Una autopsia en un entorno médico permite que los profesionales de la salud y la familia sepan qué causó la muerte de un paciente. Todos se benefician excepto, por supuesto, el paciente. Una autopsia en un entorno empresarial se produce al principio de un proyecto y no al final, de modo que el proyecto se puede mejorar en lugar de realizar una autopsia".

Imagina que tu decisión fue terrible. El proyecto que elegiste abordar fue un desastre de accidentes y quemaduras. Ahora, explora todas las posibles razones del fracaso. Una vez que abordes este escenario del peor de los casos, puedes tomar medidas para prevenirlo y, en primer lugar, tomar una mejor decisión.

De hecho, la investigación muestra que las premortems (que también se denominan retrospectiva prospectiva) pueden aumentar nuestra capacidad para identificar las causas de los resultados futuros en un 30 por ciento.

Por otro lado, intenta visualizar ese escenario futuro épico y en el mejor de los casos y evalúa cómo te sientes. Si no estás feliz o con muchas emociones a flor de piel, entonces vale la pena considerar por qué.

Amazon utiliza una variación de ambas técnicas. Los desarrolladores de la empresa deben redactar un comunicado de prensa hipotético y un anuncio de preguntas frecuentes antes de escribir cualquier código.

Al trabajar hacia atrás, el equipo aborda las decisiones más difíciles por adelantado y aclara la propuesta de valor del producto. Como explica la reportera Jillian D'Onfro, "si el equipo no puede presentar un comunicado de prensa convincente, probablemente no valga la pena fabricar el producto".

3. Evita las opciones binarias

A menudo nos atascamos eligiendo entre esto o aquello. ¿Debería volver a la escuela o iniciar un negocio? ¿Debo mudarme a Chillán o quedarme en Santiago?

Es fácil ver el mundo en blanco y negro, pero normalmente hay una opción gris en el medio y si la vemos con detención y cariño, podremos ver una amplia gama de hermosos matices de gris.

Tal vez podrías pasar los veranos en Santiago (ya que está más vacío, es menos violento, hay más panoramas y está más transitable) y los inviernos en Chillán, al calor de una rica estufa a leña. O bien, podrías vivir en Chillán un par de años y volver a Santiago en el caso de que eventualmente se vuelva necesario más tarde.

A veces, la elección correcta no es uno de dos opuestos. Es una solución más creativa, matizada o flexible.

4. Consultar con otros

Compartir tu dilema con otros puede justificar o reforzar una elección, pero lo que es más importante, es una forma valiosa de recopilar información invaluable.

Si no puedes decidir sobre cambiarte de casa, por ejemplo, no te limites a encuestar a tus amigos y familiares (quienes también tendrán la piel en tu juego); habla con alguien que hizo el mismo movimiento. Pregúntales cómo se sienten ahora con respecto a su decisión.

Para decisiones profesionales o comerciales, intenta contratar a un consultor. Encuentra personas que tengan una experiencia profunda en un nicho y aprende todo lo que puedas de ellos.

La información adicional que recopiles te ayudará casi inevitablemente a tomar mejores decisiones en el futuro.

5. Tómate el tiempo suficiente

A veces las decisiones complicadas, lo son aun más por aquellas conversaciones que debemos sostener con las personas con las que nos relacionamos y que también se verán afectadas por nuestras determinaciones: nuestro jefe, en el caso de un cambio de trabajo; nuestros familiares y amigos en el caso de un cambio de casa; o nuestros trabajadores, en el caso de un giro importante en el rumbo de lo que hacemos.

Si nos tomamos el tiempo necesario para meditar las cosas, vamos a ir acumulando, no sólo más información sobre lo que queremos hacer, sino que iremos enfrentando en nuestra imaginación a quienes vamos a afectar con argumentos. Esa conversaciones las repasaremos una y otra vez en nuestra imaginación.

Vamos a ir adquiriendo las explicaciones necesarias y los demás sabrán que no es una decisión apresurada si nuestros argumentos son sólidos; pero además; si la decisión se mantiene con el tiempo; tú también sabrás que no se trata de una locura antojadiza ya que pocas cosas resisten realmente el paso del tiempo.

6. Evita decisiones ocultas

Durante casi 6.000 años, las Primeras Naciones de América del Norte cazaron búfalos de las llanuras persiguiéndolos por los acantilados y terminando la matanza debajo.

Este método permitió a las tribus recolectar y almacenar grandes cantidades de carne, cuero y grasa para el largo invierno que se avecinaba.

Siempre me pregunté por qué tantos bisontes simplemente corrían por el acantilado. Por lo general, eran perseguidos por cazadores a caballo, por ejemplo, pero también es un ejemplo de comportamiento de manada. Todos los animales solo están siguiendo al grupo, dejando que la corriente los lleve a donde quiera.

Los saltos de búfalo son una buena metáfora de decisiones ocultas o no decisiones, que todos hemos experimentado en ocasiones. Cuando pospones o retrasas una decisión importante, todavía estás tomando una decisión, y rara vez es buena.

Por ejemplo, tal vez necesitas prescindir de un empleado que atormenta a los otros, pero lo pospongas para evitar una posible confrontación. Si el empleado es negativo, desagradable o no se adapta a su función, la opción de esperar y retrasar puede envenenar a todo el equipo, haciendo que baje su rendimiento o que comiencen a presentar licencias por estrés. La no decisión es una elección con consecuencias reales.

Esas 35.000 elecciones diarias pueden resultar abrumadoras, pero la acción rápida es enemiga de la fatiga por tomar decisiones. Elije rápido y, siempre que sea posible, aborda tus elecciones de frente. Utiliza todos los métodos que necesites para elegir la mejor solución.

Simplemente no sigas a la manada. Elije lo que sea mejor para ti y luego mantente firme en tus decisiones.

Una nota final: si has iniciado una pyme o te lanzaste a crear un producto (muebles, joyas, ropa, etc.) y te sientes abrumado por todas las decisiones, sabe de antemano que se volverá más fácil conforme pasen los días. Una vez que tu negocio sea estable, se tomarán muchas de las grandes decisiones fundamentales y alcanzarás el equilibrio.

Entonces es el momento de centrarte en las limitaciones. Determina dónde puedes tomar las decisiones más importantes e impactantes y utilízalas para hacer crecer o perfeccionar tu negocio.

Recuerda: el proceso de toma de decisiones se vuelve más fácil con la práctica, y una nueva elección siempre está a solo unos segundos de distancia.