Salud Mental
4 trucos de lenguaje corporal que te harán sentir seguridad
Todos podemos estar de acuerdo en que la confianza es un rasgo muy atractivo. Las personas seguras de sí mismas tienen algo que te tranquiliza y facilita la interacción con ellas.De seguro las personas que lucen confiadas en si mismas, tengan algunos problemas propios que resolver, pero claramente no los usan de collar para mostrarlos al resto del mundo. En general, se nota que no están pensando todo el tiempo en ello y se sienten bastante cómodos con quiénes son y se nota en todo lo que hacen.
Si bien tratamos de no juzgar un libro por la tapa, a veces es todo lo que tenemos para continuar. La forma en que una persona camina, habla y se mueve puede hablar mucho sobre su carácter y, en última instancia, ser un factor decisivo en la decisión de acercarnos o no a esa persona y si lo hacemos con los puños en alto o con los brazos abiertos.
Aquí te mostramos cómo sentir y demostrar más confianza utilizando tu lenguaje corporal para aumentar su "factor de encanto".
1. Mantén una sonrisa en tu rostro.
¿Alguna vez te has esforzado por hablar con alguien con el ceño fruncido, con una ceja levantada o que constantemente pone "cara de que hay mal olor"? Lo más probable es que la respuesta sea no.
Tu sonrisa dice mucho de ti como persona porque cuando una persona sonríe, generalmente significa que está feliz y confía en lo que es como persona.
Tener una sonrisa acogedora es una herramienta poderosa que no solo le permite a las personas saber que eres accesible, sino que también te permite coquetear y comunicar tus gustos y/o disgustos sin decir una palabra.
2. Mantén la espalda recta, el estómago hacia adentro y el pecho hacia afuera.
Los militares lo hacen bien cuando se trata de parecer confiados y autoritarios. La mayoría de las personas ni siquiera conocen la imagen que están proyectando cuando están parados o simplemente caminando por la calle.
Las personas que caminan a un ritmo lento suelen ser más relajadas pero muy orientadas a los detalles, mientras que los caminantes rápidos tienden a ser más impacientes y distraídos. Tu forma de caminar comunica mucha información sobre tu personalidad.
Luego tienes a los stompers, que tienden a ser buscadores de atención. A menudo son exigentes y pueden no pedir disculpas cuando se trata de los sentimientos de las personas que los rodean. Las personas que caminan con mucha suavidad tienden a ser demasiado consideradas y hacen todo lo posible para evitar conflictos.
Asegúrate de pararte derecho y caminar erguido. La clave es encontrar ese equilibrio y comprender cómo se mueve tu cuerpo para que puedas controlar los mensajes que estás enviando.
Sin embargo, solo una advertencia: no te excedas. Quieres parecer tranquilo, fresco y sereno. Demasiado control te hará parecer un robot. A nadie le gusta un palo en el barro.
3. Evita hablar demasiado rápido.
No seas una boca-motora. Hablar demasiado rápido no solo confunde a la persona que te está escuchando, sino que también demuestra la posibilidad de que no estés pensando mucho en lo que está diciendo.
Trata de hablar a un ritmo constante y practica para encontrar un ritmo en tus palabras. No olvides vigilar tu respiración. Cuando estás participando, está bien hacer una pausa de vez en cuando, porque demuestra que eres una persona reflexiva, inteligente y seria en lo que dice. Esto también te permitirá elegir sabiamente tus palabras.
4. Usa tus manos.
Este es un gran problema, especialmente para los hombres. Las mujeres aman a los hombres con buenas manos, especialmente cuando saben cómo usarlas. Definitivamente debes aprovechar esto utilizándolas para enviar señales de confianza.
Aprende a incorporarlas en tu comunicación. Trate de no inquietarte ni hacer movimientos temblorosos. Relájate y usa movimientos fluidos para expresar y enfatizar ciertas palabras durante la conversación.
De esta forma le mostrarás a tu contraparte que sabes cómo expresarte y que te sientes cómodo/a al hacerlo.
Nuevamente, encuentra el equilibrio en el movimiento, ya que demasiado movimiento puede proyectar impaciencia o algo de ti con lo que no te sientas en comodidad. Pruébalo y ve cómo funciona para ti.
¿Necesito ayuda? Prueba este desafío de acción: Pídele a un amigo que te imite honestamente. Esto te dará una idea de cómo te ven los demás y te permitirá realizar cambios en las áreas que deseas mejorar.
Si no tiene un amigo en quien puedas confiar para hacer esto o simplemente no te sientes cómodo pidiendo ayuda con esto, también puedes evaluarte en soledad frente a un espejo de cuerpo completo y para que puedas mejorar en estas cuatro áreas.
Cuando aprendas a tener más confianza, se honesto contigo mismo y juega con algunas de estas ideas para descubrir qué funciona mejor para ti.