Si haces estas 4 cosas, estás peligrosamente cerca de engañar a tu pareja

Quizás eres uno de los "infieles por naturaleza" o tal vez no. ¿Pero realmente lo sabes? La mayoría de las veces, estas cosas comienzan de manera bastante inocente, antes de que te des cuenta, te has caído por la madriguera del conejo.

Hay ciertos hábitos que, según los expertos en relaciones, son típicos de las personas que tienden a terminar engañando a sus parejas.

Si usted o su pareja están participando en alguno de ellos, es posible que desee mirarse detenidamente en el espejo y considerar por qué se está comportando de esta manera.

Aquí hay 4 señales de trampa a las que debes prestar atención antes de hacer algo de lo que te arrepientas:

1. Siempre te estás quejando.

Ya conoces el tipo: nada es lo suficientemente bueno para ellos y siempre hay algo que puntualizar.

Pero si nunca está satisfecho con nada, en algún momento tampoco estará satisfecho con su relación. Y cuando no está contento, es más probable que se sienta tentado a extraviarse.

Aún más tóxico es quejarse de su pareja con los demás.

Decirle a tus amigas cada pequeña cosa que hace que te cabrea, o quejarse con su familia sobre sus hábitos de adicción al trabajo no es solo cruel, es una traición a la confianza.

2. Corres muchos riesgos.

Las personas que tienen aventuras tienen que ver con el drama.

Para mantener las cosas interesantes, tienden a estar muy dispuestos a correr riesgos, incluido engañar a su pareja y arriesgarse a que los atrapen.

La psicóloga Ildiko Tabori dice  que los infieles en serie "prefieren montar en una montaña rusa emocional en lugar de disfrutar de la estabilidad emocional ... [los infieles] obtienen una descarga de adrenalina de las magulladuras figurativas que dejan los conflictos y disturbios con su pareja".

Los infieles no solo son tomadores de riesgos, sino que también son oportunistas. Tienden a ser muy calculadores, buscando situaciones en las que puedan tener la oportunidad de "jugar".

“Es más probable que alguien sea infiel cuando surge la oportunidad, no simplemente cuando está lejos de su pareja, sino cuando se presenta la oportunidad de aprovecharse de una pareja potencial”, advierte la Dra. Tabori.

3. Te guardas las cosas para ti.

Una cosa que puede llevar a la infelicidad en tu relación, que luego podría llevar a la infidelidad, es no decirle a tu pareja lo que quieres. ¿Te gustaría poder darle vida a las cosas en el dormitorio pero tienes miedo de abordar el tema con tu pareja? ¿Te sientes solo y deseas más conexión, pero no sabes cómo solucionarlo, así que te callas y no dices nada?

Un estudio de 2014 de Ashley Madison, el sitio web para posibles infieles, mostró que, en general, los hombres engañan porque buscan variedad sexual, mientras que las mujeres engañan porque quieren sentirse deseadas.

Aquí hay una idea: tal vez si nos dijéramos lo que queríamos en primer lugar, no nos sentiríamos en la necesidad de engañar a nuestras parejas.

4. Dices mentiras piadosas.

Si le has contado a tu pareja algunas mentiras en el pasado y te has salido con la tuya, es más probable que sigas subiendo la apuesta.

Hay una diferencia entre decirle a tu pareja que no te diste cuenta de que había subido de peso (cuando en realidad sí te diste cuenta) y decirle que estabas comprando en el supermercado cuando en realidad te encontrabas con un antiguo novio/a/e para tomar una copa.

La primera mentira está destinada a proteger sus sentimientos (lo que tampoco está bien porque hay formas de decir las cosas sin herir, pero también sin mentir), mientras que la segunda es para evitar que tengas que tener una confrontación incómoda.

Pero puede que ni siquiera importe qué tipo de mentira sea o cuál sea tu motivación. Un  estudio en el Journal of Language and Social Psychology sugiere que las personas que dicen mentiras piadosas también son más propensas a engañar a sus parejas sobre cosas más importantes.

Así que la próxima vez que te sientas tentado a evitar los sentimientos de tu pareja o evitar una pelea, tal vez sea mejor ser honesto.

Mientras lo haces, habla sobre lo que quieres, cálmate y deja de correr riesgos, y trata de frenar la tentación de quejarte tanto. Podría salvar tu relación de la infidelidad.