Análisis de Nicolás Symmes: Motorola G30

Esta semana revisé el Motorola G30, equipo que me pareció bastante interesante por sus atributos. Partamos por su diseño, el cual pese a ser de plástico trasero, se ve bastante premium, con un diseño mate que te gustará. Punto a favor acá, es que el clásico problema de los dedos marcados se fue, ya que siendo opaco y no de cristal, no tendrás ese tipo de inconvenientes.

Dentro de las funciones, tenemos la entrada del clásico conector para auriculares de 3,5 mm, una ranura para poder incorporar una tarjeta microSD para ampliar el almacenamiento, un escáner de huellas dactilares en la parte trasera, que es muy cómodo, y ya el clásico botón de google assistant, que es como Siri o Bixby en el terminal.

En la pantalla, el G30 viene con una pantalla con frecuencia de actualización de 90Hz, entregando una experiencia más fluida y rápida. De hecho, la pantalla, que es un panel de LCD IPS de 6,5 pulgadas con resolución HD+ (1600 x 720 píxeles), ocupa casi la totalidad de la parte frontal, y cuenta con un discreto notch en forma de gota donde viene la cámara delantera.

En cuanto al procesador del equipo, encontramos el Snapdragon 662, un chipset con una CPU de ocho núcleos Kryo 260 corriendo a 2 GHz y 1,8 GHz apoyada sobre una GPU Adreno 610. Además, debes sumar los 4 GB de RAM, que ayudan bastante al momento de realizar tareas cotidianas con tu teléfono.

Y como era obvio, tenemos Android 11 con los geniales gestos de Moto, que permiten cosas como capturar la pantalla con tres dedos, activar la linterna agitando el teléfono o silenciarlo con sólo levantarlo. (Debo admitir que estas funciones las amo). 

Agregaría también como un ítem clave, sus 5.000 mah, entregando una autonomía de un día entero con uso intenso, sumando ese plus adicional al teléfono. De hecho, mientras lo use, no tuve que estar enchufando el teléfono al mediodía, algo que me pasa incluso con teléfonos de gama alta.

Pero me imagino que el ítem más importante para todos, son las cámaras de foto. El resumen, es una cámara trasera formada por un sensor principal de 64 megapíxeles f/1.7 con tecnología Quad Pixel, un gran angular de 8 megapíxeles f/2.2 y otros dos sensores de 2 megapíxeles f/2.4 para lecturas de profundidad y para fotografía macro. La cámara frontal, tiene un único sensor de 13 megapíxeles f/2.2.

Partiendo por la cámara frontal, tenemos unas selfies bien aceptables de día, con un  buen nivel de detalle en el primer plano. Además, tenemos la función de Belleza Facial, que podemos ajustar automática o manualmente, y que si bien no es exagerada, siempre es preferible sacarse la foto sin efectos o trucos de belleza. 

La calidad de imagen de las cámaras, tenemos la trasera que cumple sin problemas mientras que tengas iluminación de día, aunque el rango dinámico y el nivel de detalle son mejorables. Luego, el gran angular, aunque la deformación no es exagerada, la lente es menos luminosa y el sensor es más pequeño, lo que se traduce en unas imágenes menos detalladas y con unos colores más planos. La lente macro, por su parte, logra enfocar en distancias cortas, que es su función principal, aunque al ser de 2 megapíxeles, todos los problemas mencionados se acentúan.

También, podemos encontrar el modo Retrato, donde la cámara logra capturar más luz y los resultados son bastante buenos, desde personas como en objetos. Además, tenemos la posibilidad de ajustar el desenfoque del fondo a nuestro gusto, pero conviene no pasarse porque, llevado al máximo, el recorte del primer plano queda algo artificial. Lo que sí, debo ser honesto y con poca luz, la cámara baja bastante en su rendimiento.

Como resumen, tenemos un muy buen equipo gama media con señales de calidad, equipado con todo para simplificar tu tarea del día a día. Se los recomiendo.