Cambio de hora

¿Problemas para dormir? Los 7 efectos del insomnio en la salud mental

Los cambios de hora no ayudan a nadie y provocan un stress en el sueño que te afecta peor de lo que piensas. El insomnio provoca un impacto importante sobre la salud mental. Si pasas mucho tiempo sin dormir, es mejor que busques ayuda.
lunes, 5 de abril de 2021 · 10:15

Pasamos entre 1/3 y una 1/4 parte de nuestra vida enredados en los brazos de Morfeo, cediendo a sus encantos prncipalmente durante la noche, momento en que nos guía hacia sus territorios más profundos.

Todos tenemos que dormir, ya que se trata de una necesidad básica para la sobrevivencia, la regeneración celular y la recuperación de enfermedades (Además de que es un placer para la mayoría).

A grandes rasgos: ¿Qué es el insomnio?

Se entiende por insomnio a toda alteración o cambio en el proceso de sueño, tanto en su inicio (dificultad al acceder al sueño), en la continuación (interrupciones constantes) y/o su finalización (despertar demasiado temprano). Esto disminuye la calidad de vida y afecta significativamente en el desempeño de actividades cotidianas.

Efectos principales del insomnio en salud mental

Demás está decir que el sueño se produce en el cerebro, por lo que, la relación entre la salud mental y la calidad del sueño es bidireccional: independientemente de las causas, cuando uno de estos aspectos del ser humano se resiente, el otro se modifica inmediatamente.

1. Cambios de ánimo 

El impacto más habitual y evidente de haber pasado una noche de sueño de mala calidad, son los cambios de estado de ánimo. No es una apreciación personal, sino que existe evidencia de que las dificultades para regular la emoción y el insomnio tienen bases fisiológicas comunes.

Es así como dormir mal, puede tener una relación directa con síntomas depresivos y ansiosos, y con una irritabilidad exacerbada.

¡Es más!, hoy se sabe que aquellos que padecen un cuadro de esta naturaleza (depresivo y ansioso) ven agravada su intensidad cuando presentan problemas para descansar adecuadamente. 

2. Problemas de memoria

Problemas para recordar. Este suele ser un motivo de queja constante entre los que padecen insomnio. Lo más habitual es que se vea alterada la memoria declarativa, y sobre todo el subtipo procedimental, lo que disminuye la capacidad de evocar acontecimientos del pasado reciente. Habitualmente llamamos a este proceso "problemas de memoria a corto plazo".

Los problemas de insomnio y memoria suelen presentarse simultáneamente en personas mayores, y es posible que compartan alguna base fisiológica.

3. Problemas de atención

Además de la memoria, la atención es otro de los procesos que se ve comprometido al no poder descansar adecuadamente en un sueño constante y reparador.

Específicamente, lo que suele dañarse es la respuesta de orientación hacia estímulos que irrumpen abruptamente al campo perceptivo. Ese fenómeno aumenta los tiempos de respuesta (la persona parece ensimismada y enlentecida).

Además, se ha observado un deterioro de la atención alternante, que se traduce como la capacidad para "cambiar" el foco cuando dos tareas se ven sucedidas (una tras otra) en periodos temporales cortos. Es decir, cuando presentamos insomnio, nos resulta muy difícil hacer dos cosas al mismo tiempo. Por ejemplo, conducir y hablar por teléfono puede ser devastador si no has dormido como corresponde.

4. Problemas sexuales

No es extraño relacionar el insomnio con problemas en el ámbito sexual, sobre todo en los varones.

Lo más habitual es que se exprese a nivel eréctil, con problemas para alcanzar una tumefacción firme del pene que posibilite la penetración.

La dificultad se evidencia cuando la persona presenta adicionalmente otros síntomas clínicos; como la apnea del sueño, el ritmo circadiano "retrasado" (dormirse y despertarse demasiado tarde) o el síndrome de las piernas inquietas (necesidad apremiante y angustiante de mover las piernas para aliviar una aparente tensión que se acumula en ellas).

5. Alucinaciones

Las alucinaciones se tratan de percepciones anómalas en las que se ven implicados estímulos que no se hayan en el campo perceptivo, en cualquier modalidad sensorial. Es decir, que sientes cosas (oyes ruidos, ves imágenes) que no están sucediendo realmente cerca tuyo.

Hay muchos estudios disponibles en la actualidad en los que se indica que el insomnio, en casos extremos, puede ocasionar alucinaciones muy diversas, incluso en personas sin enfermedades mentales ni de ningún tipo.

Algunas de las que más se han estudiado son las alucinaciones que ocurren en el proceso de la vigilia al sueño (hipnagógicas) y las que suceden en el tránsito del sueño a la vigilia (hipnopómpicas), así como las que suceden en el contexto de las parálisis del sueño.

En cualquier caso, todos estos tipos de alucinaciones son mucho más frecuentes cuando no se ha dormido profunda y reparadoramente en los días previos.

6. Reducción de la vitalidad

La pérdida de vitalidad en cuyo punto máximo se encuentra la fatiga, tiene, en la población general, su causa básica en un sueño pobre y poco robusto.

Este problema implica que las personas que lo padecen presentan una elevada somnolencia durante el día y una pérdida de productividad severa y evidente, e incluso llega a asociarse con sentimientos depresivos y con el deterioro de la memoria o de la atención (a los cuales nos referimos anteriormente).

La fatiga que se asocia al insomnio trae consigo una percepción de intensa pérdida de energía para el paciente, así como una sensación de debilidad generalizada; además de sensación de malestar y erosión del rendimiento en tareas cotidianas.

7. Riesgo incrementado de alzhéimer

El vínculo que existe entre el insomnio y el alzhéimer es conocido ya desde los años 90. Aunque ha sido en los últimos 10 años donde se ha acumulado mayor conocimiento sobre esta dinámica.

Gracias a la neurofisiología, y a la inestimable ayuda de la neuroimagen o del análisis del tejido cerebral postmortem, se ha podido llegado a la conclusión de que una de las funciones del sueño consiste en "limpiar" los residuos de la actividad neuronal.

A lo largo del día, el hecho de estar despiertos nos lleva a la producción de proteínas en el sistema nervioso central cuya presencia, si es persistente en el tiempo, resulta tóxica. Sin embargo, estas "neurotoxinas" pero que se "limpian" cada vez que dormimos para evitar un exceso o acumulación.

Así que, ya lo sabes. Si no has dormido bien, es mejor que pruebes no realizar actividades que sean riesgosas. 

Si tienes dificultades para dormir, consulta al médico. Recuerda que hoy, muchos médicos están atendiendo de forma remota a través de videollamadas, así que ni siquiera debes salir a una consulta.