Diseñado por el psiquiatra húngaro Leopold Szondi, el objetivo era explorar los impulsos reprimidos más profundos de una persona sobre la base de la simpatía o la aversión. El método para realizar esta exploración: determinar qué foto en una alineación de psicópatas causó más malestar al sujeto de prueba. La noción general es que ciertas características que nos molestan en otros son aquellas a las que desarrollamos una aversión a una edad temprana y ahora estamos reprimidas.

Hacer la prueba es bastante simple, solo mira las ocho fotos en la alineación y elija a la persona con la que menos probablemente querría encontrarse solo en un callejón oscuro. Cada fotografía tiene una interpretación que se corresponde con los impulsos reprimidos.

Luego lee la interpretación que corresponde al número del retrato que más te llama la atención. Cada foto está destinada a representar un estímulo que puede detectar impulsos reprimidos y negados en una persona.

Test de Szondi

OJO: es muy importante tener en cuenta que la prueba no implica ningún tipo de trastorno mental, simplemente fue diseñada para hacer una suposición sobre los impulsos reprimidos potenciales de acuerdo con la teoría del psicoanálisis. En resumen, de ninguna manera implica que seas un psicópata.

Además hay resultados que, por la antigüedad de la prueba, hay resultados tremendamente homofóbicos que, por supuesto, corresponden a una época en la que equivocadamente se consideraba la homosexualidad como un trastorno mental.

Si bien la prueba original incluía 42 retratos diferentes, esta es una versión condensada.

Las interpretaciones

1. Represión sádica: las personas que seleccionaron la primera imagen pueden haber reprimido experiencias de los primeros años de vida, especialmente aquellas asociadas con el autoritarismo sobre su comportamiento.

Negación: los individuos que caen en esta categoría pueden mostrar una psicología que elige la resistencia pasiva y el desafío, lo que puede agotar a quienes tienen autoridad sobre usted, como un superior en el trabajo.

2. Represión epiléptica: los trastornos de la personalidad asociados con enfermedades y disfunciones cerebrales (como ocurre en algunos casos de epilepsia) pueden tener rasgos de diagnóstico como irritabilidad, impulsividad y arrebatos de agresión. Es posible que quienes seleccionaron a esta persona tengan algunos sentimientos y comportamientos reprimidos asociados con la ira desde la primera infancia.

Negación: dado que las personas que encajan en esta categoría tienen sentimientos reprimidos de impulsividad e ira, es probable que den la impresión de ser amigables, pacíficos y tienen la capacidad de vincularse bien con las ideas y con los demás.

3. Represión catatónica: Para quienes se sintieron incómodos con el hombre de esta foto, es posible que hayan reprimido la hiperactividad, lo que puede hacer que en ocasiones pierdan el contacto con la realidad. Las características de este trastorno mental son la estimulación excesiva de la imaginación y la cognición en general.

Negación: las personas pueden encontrar particularmente difícil adaptarse a nuevas situaciones y tener miedo de perder el control. Esto a menudo puede resultar en estar demasiado a la defensiva e inhibir a una persona de ser vulnerable a veces por temor a desviarse de su rígido comportamiento normal.

4. Represión esquizofrénica: la personalidad esquizofrénica se caracteriza por una intensa apatía y graves distorsiones del pensamiento y la emoción. Las personas pueden haber reprimido los sentimientos de indiferencia hacia los demás y haberse retirado de la sociedad desde una edad temprana.

Negación: Una apertura general a ser social y comunicarse con los demás, especialmente el placer de salir con la compañía. El aspecto social puede ser engañoso y las relaciones de los individuos pueden parecer superficiales con un sentimiento interno de que la coexistencia con otros no es necesaria en absoluto.

5. Represión histérica: los rasgos de personalidad de quienes pueden ser clasificados como histéricos a menudo exhiben emociones inestables, narcisismo y exhibicionismo superficial. Esto se hace a menudo con la necesidad de cautivar la atención y el deseo severo de aprobación.

Negación: estos individuos pueden dar la impresión de ser una persona modesta, pero en realidad esa timidez probablemente enmascara un deseo abrumador y excesivo de encantar a los demás y llamar su atención.

6. Represión depresiva: El trastorno general de la personalidad que se destaca en las personas que entran en esta categoría es la falta de autoestima, acompañada de sentimientos de inferioridad o culpa.

Negación: las personas pueden intentar enmascarar un sentimiento de melancolía y apatía con un enfoque de la vida extrovertido y despreocupado. Se puede mostrar confianza y optimismo, pero a menudo están desequilibrados en comparación con los sentimientos de tristeza y negatividad.

7. Represión maníaca: Las características diagnósticas de la manía pueden manifestarse en diversas formas de extroversión, sobreestimulación, imprudencia con el dinero y las emociones. Aquellos a quienes les molestó el rostro en la foto número 7 pueden tener problemas para controlarse a sí mismos y tienden a tener demasiada confianza.

Negación: las personas que entran en la categoría de maníacos pueden intentar negar su manía al no provocar un comportamiento salvaje y tener aversión al ruido y al exceso. Se esforzarán por ejercer control, medición y comportamiento lógico a menudo.

8. Trastorno de identidad disociativo

Represión: este tipo de personalidad se manifiesta en el deseo de una persona de vivir como miembro del sexo opuesto. Si el hombre de la foto parece problemático y depravado, es posible que esto esté relacionado con una infancia reprimida, una identidad o un conflicto sobre el género.

Negación: las personas pueden tener el deseo de confirmar enfáticamente su sexo biológico a través de su vestimenta y modales. En este caso, los individuos pueden esforzarse por enfatizar demasiado el género en su comportamiento y vestimenta para que otros no tengan dudas sobre su género.

Para finalizar

Nuevamente, es importante señalar que esta prueba no implica ningún tipo de trastorno mental y cuando se diseñó hace más de 80 años, la homosexualidad todavía se consideraba un trastorno mental, cosa que hoy es tan ridículo como obsoleto.