Salud Mental

Advertencia: el trabajo mata

Las condiciones de trabajo antes y, con mayor razón ahora, están provocando cuadros de depresión, estrés, ansiedad, insomnio y otras enfermedades que han perdido protagonismo a consecuencia del Coronavirus.
sábado, 4 de julio de 2020 · 11:20

Hace un par de años, Jeffrey Pfeffer profesor de comportamiento organizacional en la escuela de negocios de la Universidad de Stanford (Stanford Graduate School of Business) advertía a los empresarios y también a los empleadores del sector público: 

“Estamos perjudicando tanto el desempeño de la compañía como el bienestar individual, y este debe ser el llamado de atención para que paremos. Se está haciendo demasiado daño ".

Esta advertencia la dijo luego de que, en una encuesta en Estados Unidos aparecieron datos reveladores que indicaban que el 61 por ciento del universo de personas que fueron encuestadas dijo que el estrés laboral los había enfermado y, por lo menos el 7% de la admitió haber sido internada en un hospital debido al estrés laboral.

Dying for a Paycheck , publicado por HarperBusiness, mapea una serie de enfermedades en el lugar de trabajo moderno, desde los efectos psicológicos de largas horas de trabajo hasta los conflictos laborales y familiares, y cómo estos están matando a miles de personas en el mundo.

Factores como la inseguridad económica, las largas jornadas de trabajo, la precarización de los sueldos es realmente tóxica para los empleados (perjudica el compromiso, aumenta la rotación y destruye la salud física y emocional de las personas) y también hace que los empleados se vuelvan hostiles al desempeño de la empresa. Argumenta que la sostenibilidad humana debería ser tan importante como la administración ambiental.

La desconfianza en la gestión, según el índice de confianza de Edelman, es alta. La satisfacción laboral, según el Conference Board, es baja y ha estado en continuo declive. La economía de los consorcios está creciendo, la inseguridad económica está creciendo y el aumento de los sueldos en general se ha estancado.  . 

El impacto del estrés laboral, no sólo mata las confianzas y la producción de una empresa, sino que ha sido ámpliamente documentado en literatura médica y, sólo por mencionar algunos de los efectos físicos que produce, se encuentran la diabetes, hipertensión, obesidad (en quienes no tienen tiempo para realizar actividad física y comen por ansiedad), y provoca adicciones al alcohol (para la evasión) y las drogas (como la cocaína para mantenerse despierto por largas horas).

El 9 de agosto, en medio de la discusión del proyecto impulsado por la diputada Camila Vallejo que buscaba reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas por semana, el Ministerio de Salud reveló un informe que demostraba el gran aumento de licencias por trastornos mentales como el estrés, depresión, ansiedad y el desgaste laboral –denominado como burnout-, esta última considerada por la OMS como una enfermedad. En cifras, durante el 2013 se registraron 616 mil licencias médicas por estas patologías, mientras que en el 2019, la cifra aumentó en un 53%, llegando a 944 mil casos. Y cabe mencionar que estas cifras son bien mentirosas, porque sabemos en en nuestro país, la salud mental es un tabú y que son muchísimas las personas que padecen en silencio para no caer en el estigma de "la enfermedad mental"; lo que significa que hay cifras en negro que no se están calculando.

El 23 de septiembre de 2019, el portal trabajando.com publicó una nota en la que advertía que El 82% de los chilenos ha presentado algún cuadro de estrés laboral, depresión o ansiedad laboral el último año y a poco menos de un mes de esa publicación, el 18 de octubre, ocurrió el gran Estallido Social por múltiples razones que no vamos a entrar a debatir, pero claramente, mucho de ese titular tiene también que ver con ese estallido.

Sin ir más lejos, el 16 de octubre, 2 días antes del estallido, CNN Chile publicó el siguiente titular: "Salud mental: 42% de los trabajadores chilenos asegura sentir altos niveles de estrés." En este artículo, se habla sobre un sondeo que evidenció un aumento de casi 20 puntos con respecto a 2018 y situaba a los grupos de mayor riesgo a los jóvenes de entre 18 a 29 años.

Este tema estaba en escalada creciente y, de pronto, dejó de aparecer en medios porque habían contingencias más urgentes como el Estallido y luego el Covid-19, pero está lejos de solucionarse. 

Ahora, tú, que estás leyendo esto podrías decir: "pero eso era antes de la pandemia, porque ahora hay otra realidad: cesantía y teletrabajo". Y es justamente la razón por la que es importante hablar de este tema; ya que, si la situación laboral en tiempos de estabilidad estaba haciéndonos tan mal, hoy en día se está demostrando que las personas que mantienen sus trabajos se sienten aún más estresados y se autoexigen mucho más por dos razones: para sentir que lo merecen y para defender lo que tienen porque, pase lo que pase, así le bajen el sueldo a la mitad, efectivamente hay muchísimas personas que necesitan el empleo y estarían dispuestos a hacer lo que fuera por esa mitad de sueldo. 

A lo anterior se suma el hecho de que, quienes trabajan desde casa, ya no cuentan con ese "espacio de seguridad y desconexión" que se suponía debía ser el hogar y, con las videollamadas, tienes al jefe en el living de la casa y otros, incluso, en el dormitorio.

Por ahora, las prioridades sanitarias están centradas en el Covid-19 y el impacto de este proceso de transición, seguramente no se va a medir hasta que haya pasado la pandemia. Por eso, te vamos a dejar algunos tips que pueden ser de ayuda para sobrellevar el trabajo en esta situación difícil:

Lo primero que puedes hacer es reducir los niveles de activación. “Se trata de hacer higiene a nivel de carga de trabajo”, señala Jesús Montero-Marín, psicólogo clínico e investigador en el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud. al medio El País. Si en la oficina es complicado bajar las tareas, hay que dedicar un momento del día para relajarse y dedicarse al ocio. Si trabajas en casa, busca un lugar para hacer algo de deporte como para hacer vida social a través de videollamadas para no tener la sensación de soledad y aislamiento

“Hay mucha gente que cree que si no hace las cosas perfectas no están bien hechas. Hay que enseñarles que los resultados no dependen únicamente de ellos. Otros piensan que no se valora su esfuerzo y que hagan lo que hagan cobrarán lo mismo a final de mes. Esa es una respuesta de adaptación al estrés que provoca que de manera inconsciente vayan reduciendo su nivel de implicación”, explica.

Llenar el trabajo de significado. Esta idea consiste en buscar y encontrar nuevas metas y desafíos. La manera de lograrlo es dejar de hacer las tareas de forma rutinaria y hacerlas conscientemente.

“A través de técnicas como el Mindfulness se desarrolla la atención plena que permite ser consciente de lo que se hace en cada momento y centrarse solo en eso”.

La idea es que puedas disfrutar con el sólo hecho de hacer bien las cosas. Esperar únicamente el sueldo al final de mes y trabajar sólo por eso es un error.

“Aprender a sentirse satisfecho con un trabajo bien hecho es crucial, entender que las recompensas nunca van a ser al 100% porque no existe la perfección”, detalla Montero.

Son dos cambios que parecen sencillos pero son realmente titánicos. Sin embargo, si logras avanzar al menos en uno, ya vas a notar un cambio. En tiempos difíciles es cuando más hay que cuidarse.