Salud
Disminución del ruido ambiente en las ciudades por las cuarentenas
No todos los efectos de la pandemia y el confinamiento son negativos.La crisis sanitaria del Covid-19 ha provocado muchos inconvenientes en la sociedad, debido a los contagios, cuarentenas y problemas económicos que no se veían hace muchos años. Pero no todos los efectos segundarios son negativos, pues debido al confinamiento de las personas en sus casas, se ha registrado una disminución del ruido ambiente de las ciudades.
Como la movilidad se ha restringido, la contaminación acústica de los automóviles y el transporte público ha disminuido notablemente en al menos 20 decibeles en las últimas semanas, según los índices del Ministerio de Medio Ambiente y comentarios de los expertos.
Es en este contexto que el 18 de julio se conmemora el Día Mundial de la Escucha, que tiene como objetivo que las personas tomen conciencia y se sensibilicen sobre cómo el sonido afecta a la vida diaria, y la búsqueda de soluciones a diversos problemas originados por los ruidos.
La Fonoaudióloga y Training Field GAES Chile, Belén Reyes, explica que los efectos del ruido pueden ir desde diferentes grados de molestia, frustración, malestares físicos, hasta la pérdida temporal o permanente de la audición.
“Entendemos que estamos siendo expuestos a ruidos cuando percibimos sonidos desagradables, los cuales no podemos controlar o eliminar, pues usualmente son impuestos sobre nosotros, como la contaminación acústica”, sostiene.
El umbral establecido por la Unión Europea para evitar la contaminación acústica es de 55 decibeles (dB) para la exposición diaria y 50 para la exposición nocturna. En Chile la norma es similar. Antes del confinamiento, producto del Coronavirus, la exposición superaba con creces este nivel de presión acústica: por ejemplo, una calle con mucho tráfico alcanzaba los 75, similar al ruido que genera el despertador o la televisión a un volumen elevado (75 dB).
Recomendaciones para el cuidado
Un factor importante para considerar es el autocuidado de las personas y no exponerse a niveles altos de ruido. Según comenta la experta, si se utiliza el volumen del reproductor de sonido a un nivel medio, aproximado 85 dB, se puede llegar a tolerar durante cerca de ocho horas. Si se sube el volumen a 88 dB, los oídos solo pueden resistir este nivel durante unas cuatro horas. Al nivel máximo de volumen, muchos reproductores de audio pueden alcanzar los 120 dB, lo que significa que los oídos pueden dañarse después de tan solo ocho segundos. Un nivel sonoro de 120 dB equivale el ruido que hace un avión a reacción al despegar.
“Hay que tomar conciencia que una ligera subida del volumen supone que el tiempo durante el cual se puede escuchar música debe reducirse para evitar un daño auditivo”, enfatiza la Fonoaudióloga.
En este sentido, en los centros GAES realizan una invitación a que las personas realicen periódicamente un chequeo preventivo en cualquiera de sus centros disponibles a lo largo del país.