Realeza

Así fue la verdadera historia de amor entre la reina Charlotte y el rey George III

Conoció a su prometido horas antes de casarse con él y lo amó con intensidad pero también lo cuidó en los dramáticos años en que fue víctima de la demencia.
viernes, 12 de mayo de 2023 · 18:00

Reina Charlotte: una historia de Bridgerton, se trata del primer spin-off del universo creado por Shonda Rhimes basado en las novelas de Julia Quinn. Está disponible en la plataforma de Netflix. En esta oportunidad se mostrará sus años de juventud, el amor con el rey y todas las barreras que tuvo que derribar para alcanzar un lugar de poder. 

A pesar de las diferencias entre la serie de ficción y la realidad, puede decirse que Charlotte y George protagonizaron en la vida real una gran historia de amor. Ambos se casaron apenas seis horas después de conocerse, el 8 de septiembre de 1761 en una ceremonia en la Capilla Real del Palacio de St. James. Pero a pesar de que la boda fue arreglada, el matrimonio resultó notablemente feliz durante al menos 25 años, según los biógrafos reales.

La reina Carlota y el rey Jorge III vivieron una gran historia de amor. Fuente: Pinterest

Charlotte tuvo 15 hijos, 14 de los cuales nacieron en Buckingham House, la enorme mansión del centro de Londres que  George III regaló a su esposa y que hoy es el famoso palacio de Buckingham. Sufrieron mucho por las muertes de sus hijos Octavius y Alfred, que murieron a los cuatro y dos años respectivamente, y de la princesa Amelia, fallecida a los 21 años. Los documentos del rey en los Archivos Reales son un testimonio del amoroso matrimonio de la pareja, sobre todo porque rara vez se separaban, por lo que intercambian pocas cartas.

Los primeros 25 años juntos de la verdadera reina Charlotte y el rey George transcurrieron en la felicidad conyugal. Lamentablemente,  en 1789 el rey experimentó un episodio prolongado de enfermedad mental que lo dejó incapaz de cumplir con sus deberes como monarca. Su esposa pasó mucho tiempo cuidando de él en el Palacio de Kew, donde el rey fue sometido a innumerables sanguijuelas, tratamientos crueles y baños medicinales. 

Charlotte fue leal a su marido y actuó como su tutora y guardiana de sus intereses hasta su propia muerte en 1818, dos años antes que él. Ella rodeada de sus hijos, en un sillón que permanece en el Palacio de Kew hasta el día de hoy. Su ataúd de estado fue llevado al Castillo de Windsor, donde los patios empedrados se cubrieron con paja para asegurar que el rey, gravemente enfermo, no escuchara el cortejo fúnebre de su amada difunta esposa.