Televisión

Katty Kowaleczko revela que sufrió depresión y detalla el fuerte episodio de violencia que vivió

"A las mujeres golpeadas nos da mucha vergüenza reconocer que somos golpeadas, por eso muchas veces callamos"
jueves, 6 de mayo de 2021 · 06:07

Katarzyna Helena Kowałeczko Henríquez, más conocida como Katty Kowaleczko o Katty Ko, participó en un nuevo capítulo de “De tú a tú”, y Martín Cárcamo recibe en su casa a la actriz para conversar de su carrera, del amor y de su historia.

Katty parte contando que está en pareja, que viven juntos pero duermen en piezas separadas, esto debido a que él ronca mucho. También menciona que sus papás estuvieron 25 años juntos hasta que el papá de ella murió. Ahora, su mamá vive con ella que tiene 85 años.

Katty Kowaleczko en De tú a tú / CANAL 13
Katty Kowaleczko en De tú a tú / CANAL 13



Su padre polaco


Su papá nació en 1915 en Polonia y Katty nació cuando él tenía 50 años. Él se casó antes de la guerra en Europa. Se separaron y él nunca volvió a su país. En Francia conoció a otra mujer y se volvió a casar. De esa relación nacieron dos hijos. Y la mamá de Katty lo conoció cuando ella tenía 26 años.

Su papá trataba de no hablar de la guerra porque él mató gente y no lo llenaba de orgullo. “A mi papá le tocó vivir eso, pasar hambre, y eso nos marcó en la crianza. Cuando terminó la guerra mi papá estaba prisionero, estaba inconsciente por la hambruna. Lo sacó la Cruz Roja. Iba inconsciente y dice que de repente aterrizaron y en la inconsciencia, sentía algarabía, la Marsellesa, y trataba de entender. Y se dio cuenta que la guerra había terminado. París lo recogió, lo becó y empezó a estudiar ahí. A rehacer su vida, rearmarse”.

Katty Kowaleczko en De tú a tú / CANAL 13
Katty Kowaleczko en De tú a tú / CANAL 13



Katty cuenta que era un sibarita, que después le pasó la cuenta y se enfermó. “No se cuidó, entonces a lo largo de 17 años tuvo 6 infartos, cada vez peor. Con cada infarto debía quedarse hospitalizado, pero él se arrancaba. Tomaba un poco de conciencia y decía ‘¡ya! Me quiero ir’”.

Agrega que “hoy día, de vieja, digo qué egoísta fue como papá también. Me tenía a mí de 7 años cuando le dio el primer infarto. Y fue un acto egoísta. Yo lo amaba”.

Dice que sus padres tuvieron un buen matrimonio, pero lo pasaron mal los últimos años de la enfermedad de su papá. Murió cuando Katty tenía 23 años. “Yo tenía ganas de que se muriera porque sentía que lo estaba pasando tan mal, estaba tan enfermo. Tenía Parkinson además. Y siempre pensé que estaba súper preparada para la muerte de él. Pero no fue así”.

Su mamá tenía 50 años cuando enviudó y Katty la alentaba a que conociera a otros hombres. “No hubo caso. No quiso”.

Ahora viven juntas. “Creo que cometí un error porque la vi tan desvalida que me fui a vivir con ella, y de una u otra forma pasé a ser el marido. Y jugábamos a eso. Y hoy me doy cuenta que si mamá se hubiera quedado sola, viviendo el luto de mi papá, y yo siguiendo con mi vida, viviendo mi luto aparte, quizás sí hubiera rehecho su vida”.



La maternidad y luego la infidelidad

La hija de Katty también vive con ellas. Está estudiando Licenciatura en Artes. La actriz confiesa que tenía un proyecto de vida con una pareja a la que quería mucho pero no quería ser mamá.

“Era lo suficientemente egoísta para tener claro que no quería ser mamá. Quería hacer teatro, quería salir de gira, ojalá ir a otro país y volver, daba lo mismo”, pero esa pareja le dijo que él quería tener un hijo y la convenció. “Fui mamá por el amor que le tenía a ese hombre, no porque yo quisiera”.

Katty Kowaleczko en De tú a tú / CANAL 13
Katty Kowaleczko en De tú a tú / CANAL 13



Katty tenía 32 años y su mamá le dijo que aquel hombre la quería amarrar con un hijo porque era la actriz quien solventaba la casa. Todo iba bien hasta que se dio cuenta que él tenía a otra persona. “Fue escandaloso”, dice y se ríe.

Su hija ya tenía un año. Habían comprado una casa, y él era el encargado de ver el tema de los maestros porque había que pintarla. Katty llevó a su mamá y a su nana a conocer la casa. En ese momento, los maestros reconocen a otra mujer como la señora de la pareja de Katty. “Yo nunca peleo, nunca me violento, todo lo contrario, me controlo mucho. Pero ahí no me controlé” y exigió que salieran de su casa. Todos los presentes en aquel momento, quedaron impactados.

Después se juntaron a conversar y él le reconoció que tenía varias mujeres, por lo que Katty no pudo seguir. “No fue a ver más a la niña” pero él se excusaba en que no tenía dinero pero a ella no le importaba porque estaba trabajando y podía mantener a su niña.

“La iba a ver de vez en cuando, a veces llegaba a veces no”, pero dice que cuando quedó cesante sí tuvo que pedir ayuda económica al papá de su hija, pero este no apareció más. “Nadie puede obligar a nadie a ser papá o mamá. Ahí paré todo, chao. Mi hija es mía, me la banco yo y tengo dos manos, estoy sana y pa’ delante. Y entre medio, conocí a Rodolfo que es mi pareja. Conoció a la Mica de dos años”.



La depresión

“Micaela fue mi cable a tierra, me hizo crecer, madurar. Lo pasaba bien con ella. Me sané de eso, de una depresión post parto horrible que se me pegó con la depresión después de todo el despelote”.

Reconoce que se medicó porque la depresión le gatilló muy fuerte. “Siento que cuando tú, con la depresión te detienes y empiezas a vivirla, te puedes ir más al hoyo. No tenía ganas ni de lavarme los dientes, pero había que hacerlo y lo hacía. Y me decía ‘esta no soy yo, son los remedios’. Hice algo que no se hace: los dejé de tomar. Y ahí empezó a nacer Micaela para mí de verdad”.



Rodolfo

Comenzó a salir con un hombre muy bohemio que la invitó a Las Urracas. Como ella no conocía a nadie, solo tomaba agua. En un momento en que todos salieron a fumar, ella se quedó con este hombre que vestía unos pantalones mexicanos con huesitos, camisa y un abrigo pelo de camello. Ella no lo pescó, porque no le daba mucha confianza, pero él fue persistente hasta que Katty lo invitó a su casa a comer sopaipillas. Él llegó muy nervioso.

Él después le confesó que buscaba una mujer sin hijos para pasarlo bien pero se encontró con Katty con una hija, con la que no tenía nada que ver, pero ahora siguen juntos. “El Rodo tiene un hijo, el Sebita, que es mi hijo también. Un regalo de la vida. Pero ya es un pailón grande, tiene 29 años”.

Katty Kowaleczko en De tú a tú / CANAL 13
Katty Kowaleczko en De tú a tú / CANAL 13



Hicieron unos negocios en que perdieron todo, y ahí fue cuando decidieron vivir juntos. “Creo que la monotonía para el amor es lo peor que puede haber. La rutina. Y nosotros caímos en una rutina muy tediosa y se nos olvidó que estábamos nosotros. Ahí nos separamos. Dije esto no va para ningún lado. Yo estaba mirando para el lado, algo que no es normal en mí. Y hablé con él. Fue un dolor…fue súper doloroso. Había una pena, un lloriqueo por todas partes, pero había algo en que nos seguíamos preocupando por el otro, por los niños”. Él se va por 10 años a Rapa Nui, pero cada vez que él venía al continente, se veían como amigos.

Martín pregunta si en esos 10 años tuvo otra pareja, Katty explica que es un pacto que hicieron: “Yo no sé si él tuvo, yo no me acuerdo si tuve. Borrón y cuenta nueva. Nosotros somos lo importante”. Hace tres años que volvieron.

Micaela cambió sus apellidos. Puso el de su mamá, Kowaleczko, primero, y luego Pérez que es el apellido de Rodolfo. Para ella es su papá, para él es su hija.

Katty y Micaela fueron a Rapa Nui y se hicieron un tatuaje a raíz de una historia Rapa que les contaron. Katty le muestra el tatuaje a Martín, y él le muestra el suyo, el que se hizo luego de perder la apuesta con Mauricio Pinilla, causando risas en la actriz.



Su carrera

En 1981, Katty tenía un amigo que era camarógrafo en “Sábado Gigante” y él le avisa que estaban buscando modelos para el programa. Ella va. Tenía 15 años. Al recibir su sueldo, se lo daba a su mamá. “Era muy gratificante para mí poder ayudar económicamente en la casa siendo tan chica”.

Para entrar al área dramática de Canal 13, puso que sí tenía estudios de actuación pero no era así. La comenzaron a llamar para bolos en teleseries, hasta que para “Ángel Malo” tuvo que decirle la verdad al director Óscar Rodríguez, pero él igual le dio el papel de Verónica. “Me concentré, me puse las pilas, me aprendí las escenas, llegué a grabar súper temprano. Aterrada viendo a todos los actores. Y funcionó bien la escena”. Y después de eso, la llamaron para audicionar para otros papeles.



Revisan sus trabajos en “Marrón Glacé”, a Marla en “Fuera de Control”, y la poderosa escena en “Tentación” cuando su personaje Paula se rapa después de enterarse que tenía cáncer. Katty cuenta que a ella se le ocurrió que a su personaje le diera cáncer y mostrar todo el proceso.

Le dijo al director que estaba dispuesta a raparse, siempre y cuando le dieran un contrato de dos años porque “rapada no me va a contratar nadie”. Luego, habla de la recordada Nancy en “Los 80”, que para ella es un lindo proyecto; y la escena del striptease de “Charly Tango” y que a ella le da pudor.



El físico envidiable

Katty cuenta que, para mantenerse bien, no hace ejercicios, no le gustan los gimnasios y tampoco hace dieta. Pero que siempre está activa en la casa porque hace aseo, limpia vidrios y también la acompaña la genética.

Confiesa que sí hay una operación que se haría: sacarse los implantes mamarios. En el año 2004, cuando comenzaron los destapes en la televisión a ella la comenzaron a llamar de productoras, pero ella no se sentía segura de sí misma. Así que junto con Rodolfo pidieron plata prestada y se puso implantes para trabajar. “Yo no me habría puesto, y hoy día lo único que haría sería sacarme esos implantes, achicarmelas”.

Agrega que “es un gran desafío que he estado tomando, el llevar mis años y a mucha honra, porque lo he pasado súper bien y súper mal, pero he gozado la vida y esto es lo que soy. Trabajamos en un medio que, sobre todo para las mujeres, es súper ingrato. No te dan mucho permiso para envejecer”. Dice que nunca integró los implantes en su cuerpo y que fue raro cuando se los puso.

Martín le confiesa que cuando vio a Katty Ko en la “Vedetón”, la vio con otros ojos, y ven la escena juntos. Cuenta que cuando la llamaron pensó que querían molestarla porque era la única cuarentona. Pero lo hizo y fue la sensación, lo que a ella le sirvió para seguir en la tele.

Katty Kowaleczko en De tú a tú / CANAL 13
Katty Kowaleczko en De tú a tú / CANAL 13



Violencia intrafamiliar

Se casó a los 17 años y ella revela que estaba arrancando. “Estaba arrancando de un papá enfermo, muy deteriorado. Quizás estaba arrancando de esa realidad por eso me casé. Me casé con un proyecto de vida en serio. Quería casarme, tener hijos”. Pololeó un par de meses, y él era mayor que ella, y trabajaba en el norte por lo que quería llevarla para allá. Sus papás le dieron permiso porque además, él era encantador.

Pero al poco tiempo su pareja cambia. “Llegué a una casa donde me celaba mucho. Yo no podía salir. Si me llamaba y yo no estaba, se enojaba. Y empezó así la violencia, primero verbal y luego la física”. No tenía su red de apoyo, no conocía a nadie. “Pasaba todo el día sola. Recuerdo que agarró toda mi ropa y la botó. Me compró trajes de dos piezas porque era la ropa que tenía que usar una señora”. Katty comenzó a ceder en varias cosas y hablaba muy poco con sus padres. No les contó nunca nada.

En medio de una discusión, él le levantó la mano. “Nunca me lo esperé. En mi casa, mis papás tenían un carácter fuerte, pero nunca se llegó…a mí me descolocó. Más que dolor, quedé en shock. Quedé pa’ dentro. Y cuando bajó todo, al otro día lo conversamos y yo le decía ‘eso no se hace, tú no tienes por qué golpearme’. Y él ‘perdóname, no sé qué me pasó, nunca más’. Pero el nunca más yo no sabía que era mentira. Por el contrario, los golpes fueron cada vez más violentos, donde se incluyeron puñetazos y patadas. Lo pasé pésimo. Y chica, no sabía qué hacer y me empecé a deprimir. Él me comenzó a aislar. Cada vez estaba más sola. Él sabía que yo no le iba a contar a mamá, por la enfermedad de papá”. Relata que llamó a su suegra y le contó porque necesitaba apoyo, pero la señora se puso a llorar por lo que terminó consolándola ella.

En diciembre, vinieron a Santiago, y en la calle él le levantó la mano. Ahí ella corrió hasta el trabajo de su mamá.

“Mi mamá me vio y me dijo ‘¿qué pasó?’. Ahí dije ‘al carajo mi papá, yo también necesito un espacio como hija’. Le conté la verdad, le conté todo. Mi mamá me agarró y me llevó al médico. Y la derivaron a una psiquiatra porque estaba con depresión. La psiquiatra me dice 'tu marido está enfermo, tu marido no es normal. Lo que estás viviendo no es normal'”.

Cuenta que en la noche llegaron a casa, y vio a su papá muy enojado con su marido, quien sonreía.

“Mi papá me dice ‘yo no he criado a una hija para que sea puta’. Y mi mamá ‘mira gordo, vas a escuchar a tu hija lo que tiene que decir’. La vio tan resuelta que dijo ‘¿qué tienes que decir?’. Le conté de nuevo. Después supimos que había llegado llorando donde mi papá a decirle que yo tenía un amante en el norte. Me acuerdo que terminé de contarle. Papá fue militar y tenía su arma inscrita. Se levantó, fue al dormitorio y volvió con el arma en la mano: ‘te doy tres segundos para que desaparezcas de acá. Si te veo de nuevo cerca de mi hija, yo te mato’. Esta persona salió volando”. Después de eso, Katty dice que descubrió que debió haber hablado antes.

“Uno no sabe cómo hacer las cosas. Después supe que la familia de él sabían. Lo habían internado varias veces. Había golpeado a la madre. Pero ellos nunca dijeron nada”.

Añade que desde ahí “hubo un trabajo de reconstrucción con mis mejores amigos, con mis papás”.

Aquel hombre siguió intentando volver. Le mandaba cartas con el detalle de lo que ella hacía. Le mandaba coronas de flores a su mamá. Él había contratado a una especie de detective para que la siguiera hasta que ese mismo detective se dio cuenta de lo mal que estaba haciendo y se presentó ante Katty para que lo supiera y dejara de tener miedo.

“A las mujeres golpeadas nos da mucha vergüenza reconocer que somos golpeadas. Por eso muchas veces callamos. A mí se me soluciona la mitad del problema, hablándole a mi mamá y contándole. Me tuve que rehabilitar. Eso fue lo que hice. El entender que un cariño amoroso sí puede seguir, que sí puedo confiar en una próxima pareja. Sí puedo rearmar mi vida, sí tengo talentos, sí tengo valores. El creer en mí porque la autoestima se te va al carajo. Queda en cero. Y es un trabajo en donde uno pone de su parte, pero necesitas un entorno, una contención, un grupo de gente que te quiera, aunque sea una persona, no importa. Que esté contigo, que te tome de la mano cuando estás mal. Pero el primer paso para cualquier persona, hombre o mujer, creo que los hombres sufren más la violencia porque con esta cosa machista debe dar más vergüenza todavía decir que son maltratados, es romper el silencio. Es pedir ayuda, literal. Es el razonar, el entender que uno no se tiene que sentir culpable. La culpa no sirve de nada”.

Después de todo este episodio en su vida, anuló su matrimonio y nunca más lo vio. No quiere saber nada tampoco.

“He sido súper suertuda en la vida. Nací con una estrellita a pesar de lo bueno y lo malo que viví. Siento que tengo una estrella y valió la pena sobrevivir a esa experiencia. Valió la pena seguir metiendo las patas, valió la pena aprender. Cuando uno está en peligro tiene que reconocerlo y tiene que hablar. Pedir ayuda”.

“Vivo por ella” de Andrea Bocelli y Marta Sánchez hace que Katty se emocione hasta las lágrimas porque le recuerda a su hija. Cuando recién nació Micaela, y Katty estaba tan mal debido a la depresión, un día en el auto escuchó la canción y se dio cuenta que su hija lo es todo. “En ese minuto me hice mamá. Y esa canción, cada vez que la escucho me vuelve a esos minutos. Mi hija es mía, de nadie más. Punto”.

Para terminar, Martín le confiesa que el regalo destinado a Katty no alcanzó a llegar por lo que se lo va a tener que enviar a su casa. Es una sierra caladora y Katty salta de alegría porque a ella le gusta trabajar con las manos y madera.



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