Paty Cofré repasa su experiencia como bailarina del Bim Bam Bum y cuenta que fue una mujer golpeada

Paty Cofré y Martín comienzan conversando sobre la pandemia, a lo que responde que ha estado encerrada sola en su casa junto a sus dos perras y su gata, y que se pasa el día leyendo libros.

Le cuenta a Martín que lleva más de 50 años dedicada a la comedia, que nunca estudió nada y que partió como bailarina en el mundo del espectáculo y que su infancia la vivió en el pueblo donde nació, en Freire.

“El hombre que me engendró quería un hombre, era muy machista ese caballero parece. Y cuando se enteró que había nacido una mujer, pescó sus cosas y se fue. Dejó a mi mamá sola, votada en Freire (…) yo nunca tuve papá, yo no conozco esa palabra, no me gusta”, comienza diciendo Paty.

Paty dice que fue hija única y que nunca en su vida supo del paradero de su padre pero que tampoco le interesó, “tu sabes que yo soy guacha, yo tengo un solo apellido, el de mi mamá”.

Ella era de familia pobre pero que gracias a la patrona de su madre pudo ingresar como interna en un convento de monjas y que lograba ver a su madre una vez al mes con los permisos que les otorgaban. Confiesa que estuvo hasta los 13 años en el convento pero que no obtuvo el grado de educación media y que nunca tuvo vocación de monja.

Su madre Elena y su profunda soledad

Paty tiene los mejores recuerdos de su madre quien dice ser que era una mujer muy trabajadora, pero que sufría porque ambas tenían que estar separadas.

Pero cuando la humorista empezó a ganar dinero, sacó a su madre de donde estaba y empezaron a vivir juntas, “yo era el marido de mi mamá. Me hice cargo, nunca más la dejé trabajar”.

Su madre murió el año 1982, “cuando íbamos al cementerio me quedaba y no quería salir, si era lo único que tenía. Bueno, Alejandro (su marido) también me apoyó mucho, me sirvió mucho que estuviera a mi lado”. Patricia Cofré se emociona y explica que su madre murió de enfisema pulmonar.

Martín le pregunta qué le diría a su madre si la tuviera hoy con ella, Paty responde: “que me siento muy sola sin ella y contarle que estoy totalmente sola. Claro, tengo a mi hijo que lo amo mucho y él también, pero él tiene su casa, tiene su vida. Yo no puedo intervenir ahí (…) la vejez es muy solitaria”.

Patricia Cofré admite que echa de menos su trabajo, “lo que más me duela es que no puedo trabajar. Echo de menos el público, mi público”.

Los primero pasos para transformarse en una show-woman

Martín muestra una foto de cuando Patricia Cofré tenía unos 25 años, cuando ya habían llegado las plumas y las lentejuelas a su vida.

Dice entró al mundo del espectáculo gracias a un conocido locutor, Fernando Luco, quien un día le preguntó si no le gustaría trabajar en otra cosa, específicamente en un teatro de revista. Un día martes fue al salón donde vio a mujeres bailando y ensayando, quedó fascinada.

Tenía 16 años y cuenta que tuvo que ir a un notario para que su madre le diera permiso para poder trabajar en el rubro del baile.

Martín le pregunta qué cosas vio en el mundo nocturno de los años 50, a lo que Paty responde que se veía harta droga, cocaína, pero admite que no consumió nada, ni siquiera cigarro.

“Yo siempre he reconocido de las monjas, a pesar de que no lo pasé bien, que me dejaron buena formación. Copete tomaba, tomaba gin con gin”, confiesa Paty.

Martín le prepara un gin con gin a Paty para seguir recordando la época dorada del Bim Bam Bum.

Ella cuenta que se ensayaba todos los días para las tres funciones que se daban en la noche, que fue en ese momento cuando comenzó a ganar dinero ya que se convirtió en una bailarina muy cotizada.

“Yo más ordenada que ocho con la plata, muy ordenada. Hay que pensar en lo que viene, yo no iba a ser joven toda la vida, no iba a tener el pellejo que tenía toda la vida. Me iban a venir los años y me iba a poner ‘pencona’, no me iban a agarrar ni para el huev**”, dice riendo.

Intento de violación

Martín le pregunta si alguna vez vivió desencuentros con hombres en esa época. “Un director me quiso violar, un director del Pigalle cuando recién empecé”, recuerda Patricia Cofré.

Cuenta que tenía entre 16 y 17 años cuando trabajaba en el Pigalle y que tras un sketch de un baile al estilo americano con bastón, el director la mandó a llamar a su despacho, “el director era intocable y me manda a llamar. El viejo me quería enterrar el diente pero le fue re mal. Me dice, ‘¿te gustaría hacer sketch a ti?’. ‘Sí’, le dije, ‘yo quiero llegar a ser actriz’. ‘Yo te podría enseñar clases particulares mijita’, me dice y me echa una agarrada en la nalga. Le saqué la mugre a palos, le saqué la cresta”.

Dice que tras pegarle al director no bailó en la función y que tras la revista la despidieron esa misma noche, “tomé mis cosas y no volví más”.

La pelea con Iris del Valle

Martín le cuenta a Paty si ella sabe que fue parte de unos de los primeros escándalos que se reportearon dentro de la farándula chilena cuando le muestra una portada del diario La Tercera en la que sale junto a la vedette Iris del Valle.

Cerca del 18 de septiembre, cuando los teatros se llenaban, Iris del Valle, la primera actriz, se enfermó. Fue ahí donde levantó la mano para decir que ella no tenía problema en hacer el sketch. La arreglaron y la maquillaron igual que Iris y que el show salió de maravilla.

“Al otro día salen en los diarios, ‘Iris del Valle a los cuarteles de invierno, nace nueva actriz: Paty Cofré’. Quedó la escoba, se mejoró al tiro la Iris y me miraba con una cara, yo dije ‘aquí vamos a tener boche’”, dice la comediante.

Un día, en pleno escenario, recuerda que Iris del Valle le pegó con un canasto y tuvieron que bajar el telón.

Paty cuenta que por culpa de Iris la tuvieron que despedir del Bim Bam Bum, pero que junto al sobre azul le dieron un premio,

“me pusieron de primera actriz, con todos esos maravillosos actores, haciendo la revista entera. Era yo la protagonista de toda la revista, durante un mes”.

Violencia intrafamiliar

A los 33 años, ya siendo una vedette consagrada, Patricia Cofré fue madre de su único hijo. Antes de comenzar a hablar de su maternidad Paty advierte, “esto lo voy hablar porque eres tú. Pero este sello lo tengo yo… Es que fue una experiencia muy horrible.

Llegó un momento en que me di cuenta que estaba embarazada y en esos momentos estaba todo lindo, yo feliz porque mi mamá siempre me decía que no me podía ir de este mundo sin dejar una semilla. Me embarqué con el bebé, tuve que trabajar embarazada como seis meses”, comienza diciendo.

Paty cuenta que con su pareja se fueron a vivir a Calama y que ella empezó a trabajar allá pero que tras vivir violencia intrafamiliar se arrancó con su hijo cuando este tenía tan solo tres meses. “Fui una mujer golpeada, incluso casi perdí a mi niño un día de los golpes”, confiesa.

Martín le pregunta desde cuando que su pareja fue violento con ella. Paty responde que aguantó las agresiones durante un tiempo largo, porque ella quería que el padre de su hijo lo reconociera, para que su bebé no quedara con un solo apellido, como le sucedió a ella.

“Yo decía, mi hijo no puede tener, como yo, un solo apellido porque cuando entré al Canal 7, al ‘Festival de la Una’, me daba vergüenza decir que tenía un solo apellido. Recién entrando decía, ‘me van a rechazar porque tengo un solo apellido’, andaba con ese miedo. Dije yo: aguanto lo que sea pero a mi hijo me lo reconoce. Sí me lo reconoció, costó pero me lo reconoció”, dice Paty.

“¿Cuánto tiempo recibiste agresiones físicas y psicológicas?”, pregunta Martín. “Siempre. Por celos, por no sé qué, por ‘abc’ motivo (…) Tenía que llenarme de maquillaje a veces”.

Martín Cárcamo: ¿Y nadie sabía tu realidad?

Patricia Cofré: No, hasta ahora nadie y me va a dar pena que mi hijo va a escuchar esto porque ni él lo sabía.

Dice que tras escaparse con su hijo, nunca más supo de lo que pasó con el hombre que la golpeaba, “no tengo la menor idea, a lo mejor se lo llevó el bicho que anda ahora”.

Tras contar su secreto, Patricia Cofré aprovecha la oportunidad de darle un sentido mensaje a todas las mujeres:

“ahora hay tanta facilidad para defenderse, para hablar. No le crean cuando dice ‘mira mi amor, fue un momento de rabia, perdóname, nunca más va a pasar’.

Mentira, uno aguanta el primer charchazo y olvídate que vas a ser golpeada hasta que te separes de esa persona. O te separas o te mueres al lado de ella, de repente se le pasa la mano y te mata. No tienen que aguantar, tienen que denunciar aunque las amenacen. Mejor morir denunciando que morir en las manos de un desgraciado”.

El contagio de su hijo con Covid

Martín le pregunta por su hijo Yerko, de 50 años, quien estuvo internado muy grave tras contagiarse de Covid-19.

“¿Cómo hay personas que no creen en esto? No entiendo. Creo que estuvo 5 días intubado con cámaras de oxígeno, boca abajo. Grave, grave, grave y yo estaba totalmente… no tenía ganas de comer, estuve cuatro días que no comía, bajé como 7 kilos. Según mi hijo, nos contaba que es algo horrible”.

Dice que se aferró a Dios y que se contactó con una iglesia para que lo sumaran dentro de sus oraciones, “yo pienso que esto fue un milagro de Dios. Yo le pedía misericordia, le pedía que me lo devolviera y que no se lo fuera a llevar. Es feo lo que voy a decir pero se iba mi hijo y me iba yo con él, ¿a qué me iba a quedar?”.

Alejandro, su hombre

Tras un video de Yerko, hablando de Alejandro, Paty cuenta cómo conoció al hombre que se convirtió en el amor de su vida, “primera vez que yo tuve un admirador de ojos azules”.

Dice que pasó harto tiempo antes de que se pusiera a pololear, de hecho, confiesa que en cinco años no dio ningún beso tras la traumática experiencia que vivió con el padre de su hijo, “yo por poco no me vuelvo maricona, por un centímetro. No quería saber nada de los hombres. Las había sufrido todas y estaba dedicada a mi hijo y a mi mamá”.

Lo primero que hizo Alejandro fue conquistar a su madre, que pololearon tres años antes de casarse y que su matrimonio fue “piolita y apuradito” porque tenía que salir a trabajar.

Martín le muestra una canción de John Lennon a Paty, de quien Alejandro era fanático, “qué recuerdos más hermosos… no pero ya me voy a juntar lueguito con él”, dice.

Tras un salud por Alejandro, Martín le pregunta a Paty cuáles son sus 5 garabatos preferidos, la comediante le enumera los cinco sacando la risa de todos los presentes.

MCC y el origen de los '15 segundos'

Dice que una de sus nietas, Constanza, es su admiradora, que le dice que ella va a continuar sus pasos por lo trabajadora y perseverante que ha sido ella en la vida.

Paty cuenta que se ha paseado por todos los casinos, de norte a sur, que trabajaba los fines de semana y que en la semana se quedaba en su casa, que las veces que puede le gusta estar con sus nietos. 

Fue Daniel Vilches quien se la llevó a “Morandé Con Compañía”, estuvo 18 años trabajando en el programa de Kike Morandé.

“No tengo palabras para expresar el agradecimiento y lo maravilloso que es el equipo entero. Es lo mismo que trabajar en una familia, la comprensión que hay”, dice Paty. Y agrega, “el Kike tiene un corazón de este volado (grande). Lo quiero mucho, nunca, de mis cincuenta y tantos años en el ambiente artístico, conocí a un empresario que me tratara como me ha tratado él”. Martín le muestra un saludo especial que le manda Kike Morandé.

El origen de los famosos “15 segundos” nació luego de que se había enojado porque sus compañeros se salieron de libreto en plena presentación de “La escuelita”.

Fue ahí que no aguantó más y empezó a  garabatear a todos, dando nacimiento a un gran personaje, “fue una catarsis de puros aplausos”, dice Paty a quien bautizaron como ‘La Súper Chuchada’ en el programa.

Al final del programa Patricia Cofré le regala 15 segundos al equipo de “De tú a tú” y hace estallar en risas a todos los presentes.

En el siguiente link, puedes revisar el capítulo y los mejores momentos de esta noche: https://www.13.cl/programas/de-tu-a-tu

“De tú a tú”, de lunes a jueves, después de “Tele13 central”.