Don Francisco dio a conocer su “museo” y adelantó que este es su último año de Teletón

En “De tú a tú”, Martín se trasladó a Doral, en el estado de Florida, para conversar con el animador de televisión más importante que ha tenido Chile y el más reconocido por Iberoamérica: Mario Kreutzberger, más conocido como Don Francisco.

Los animadores se reencuentran después de no haberse visto por más de un año. Mario cuenta que vive en esa casa hace 25 años pero que la tienen en venta ya que planea irse a un departamento.

Tras recorrer la casa por afuera, se sientan en la terraza a conversar. Mario da a conocer que en el último tiempo ha bajado 10 kilos. Cuenta que cuando nació pesó 5 kilos y medio, por lo que siempre estuvo en sobre preso durante su vida.

A los 36 años se hizo vegetariano, duró seis años en ese régimen alimenticio.

“¿Por qué te dejaste las canas?”, le pregunta Martín. Dijo que a los tres meses de cuarentena el peluquero fue para la casa y le preguntó si le teñía el pelo, “le dije, ‘nunca más, yo voy a cumplir dentro de pocos meses 80 años y yo tengo que asumir mi edad’. Este soy yo. Tuve que hacer muchas concesiones en mi vida para poder mantenerme en lo que ha sido la pasión de mi vida que es comunicar”.

Sobre la última Teletón que se realizó hace un año atrás comentó que “fue difícil hacerla, fue difícil convencerlos a todos de la necesidad de hacerla. Al final se hizo y tuve que transformar el living de mi casa en un estudio y yo creo que si se pregunta, pienso que hemos hecho la primera Teletón del mundo virtual”.

Dijo que lleva más de un año encerrado y que acudió a un psiquiatra para entenderse mejor y ser una mejor persona, “ahora yo tengo que vivir mucho más con ese Mario Kreutzberger, que no es ni tan alegre ni cuenta chistes, ni es tan rápido. Yo no hablo tan rápido como estoy hablando aquí, si yo te hago la entrevista como Mario no la ve nadie. Esa es la verdad”, dijo riendo.

Estados Unidos

Don Francisco tenía 46 años cuando se fue a Estados Unidos, ¿por qué se fue? Mario dijo que sintió que tenía la posibilidad de seguir creciendo en otro lugar, llegó ofreciendo el mismo programa que hacía en Chile y le dijeron que no iba a funcionar.

“Uno no se siente con talento, yo me siento perseverante. Tampoco me siento una estrella. ¿Cómo tú te sientes? Una cosa es lo que te dicen…”. “Pero eres el animador más importante de Iberoamérica, ¿y no te sientes así?”, pregunta Martín. “No me siento así”, responde Mario.

Mario reconoció que ha ejercido de mejor manera su rol de abuelo que el rol de padre, admite que estuvo poco con sus hijos ante la adicción del trabajo en televisión.

Nunca fue a una reunión de padres en el colegio de sus hijos y tampoco les ayudó con las tareas, que esa parte se la llevaba su señora, con quien lleva 59 años de matrimonio, “yo me casé con la televisión y con mi señora al mismo tiempo”.

Dijo que en ese tiempo, cuando se dio cuenta que no estaba dedicándole tiempo a sus hijos, fue con ellos al psiquiatra.

La solución fue crear los “martes especiales”, donde él trabajaba hasta medio día para dedicarse a sus hijos. Cuenta que Temmy, su señora, ha sido un valor fundamental en su vida y que no sólo ha sostenido su matrimonio, sino que lo ha sostenido a él.

Martín le pregunta por los momentos más duros que ha vivido en televisión. Don Francisco cuenta que más que momentos duros en televisión, han sido las demandas las que lo han hecho pasar por malos ratos, “ninguna demanda que me hicieron tenía ningún asidero. No correspondían a la realidad”.

La Teletón

Don Francisco parte diciendo, “para mí, haber tenido la oportunidad de haber trabajado en la Teletón, me dio una satisfacción tremenda. De haber podido compartir con tanta gente un éxito nacional que no se ha repetido en otro lugar, que hemos podido atender a tanta gente y que hemos podido poner a la discapacidad en el mapa de Chile, para mí ha sido muy satisfactorio. Le he dedicado muchas horas de mi tiempo, muchas horas de mi trabajo a eso porque siento que me hizo mejor persona, porque eso me hizo grande internamente, me hizo crecer como ser humano”.

Martín le preguntó a Mario su opinión ante las críticas y las acusaciones que hay entorno a los dineros de la Teletón. Mario dijo que “es una estupidez de gallos que no saben, no entienden, porque la verdad es que esto se hace con el alma. Nunca ha pasado un peso de la Teletón por mis manos. Nunca, ni va a pasar”.  

El animador cuenta que él siempre va a seguir colaborando pero que ya este año tiene que aparecer un nuevo grupo a hacerse cargo de la responsabilidad que tiene Chile hacia la Teletón.

Martín Cárcamo: ¿Tú crees que este es tu último año con un rol protagónico en la Teletón?

Don Francisco: Yo creo que sí. Porque estoy en una edad y esto requiere mucho esfuerzo, mucho trabajo y por cualquier cosa, tiene que haber otra manera, otra fórmula. Yo creo además que hoy día el mundo ha cambiado y la Teletón se tiene que respaldar en su marca, en su nombre, en su prestigio y no en las personas. Nosotros somos pasajeros, el nombre es el que se tiene que quedar.

Su niñez y la relación con sus padres

Mario Kreutzberger es hijo de sobrevivientes del holocausto, él nació en Talca. Cuenta que su padre nunca le quiso contar lo que vivió en Europa en la Segunda Guerra Mundial.

Sí recuerda que, cuando fue a Alemania como animador, su padre le dijo: “perdonar siempre, olvidar nunca”.

Dijo que en alguna etapa de su adolescencia le hicieron bullying por ser hijo de extranjeros, de judíos, ya que Chile también estaba dividido en bandos, entre el eje y los aliados.

“Tuve un evento traumático donde me golpearon como entre 15. Yo me fui asustado a mi casa y me quedé en mi casa. Salía todos los días al colegio pero no iba al colegio a la plaza Ñuñoa y volvía”.

Luego de hablar con el rector y tras dos peleas a combo que tuvo en el colegio de las cuales ganó –lo cual advierte que no recomienda y que las cosas deben hacerse pacíficamente- se convirtió en el líder del curso.

Cuenta que su madre le promovía todo lo artístico, que estudió todos los instrumentos pero admite que no tiene la capacidad motora para tocar música, sí reconoce que aprendió a cantar en el Conservatorio y que eso le ayudó mucho en la televisión, posteriormente.

“Para mí Valentín Trujillo es un portento… Hay un antes y un después en Sábado Gigante, él musicalizaba mis palabras y musicalizaba el programa, todo lo que pasaba. Un hombre extraordinario, en todo sentido de la palabra”.

Por otra parte, su padre, siendo un hombre más rígido, le enseñó la perseverancia y que cumpliera sus metas, los sueños que tenía por delante.

Una de las últimas conversaciones que tuvo con su padre fue cuando este cumplió 80 años, “en la mitad de la fiesta me sacó y me dijo, ‘mira Mario, todo lo que te dije que seas serio, responsable, trabajador… estaba equivocado. La vida es muy corta’. ‘¿Ahora me lo decí papá que tengo más de 50 años?’. Ahora, si tengo que hablar con un hijo, le digo lo mismo”, dijo Don Francisco.

¿Qué te falta por hacer?, le pregunta Martín. “Bueno, yo quiero entrevistar al Papa. Hace años que ando buscando esa entrevista que no me la han dado”, dijo Mario quien siente mucho interés por el Papa Francisco.

También confiesa que quiere construir una lancha chilota para navegar por los canales y fiordos en el sur de Chile, “Chiloé es un lugar que tiene una magia tremenda para mí”.

La opinión respecto a la actualidad nacional

Martín le pregunta por lo que piensa respecto al estallido y al proceso constituyente.

“Mi gran preocupación es que la desigualdad golpee tan fuertemente a Chile. La desigualdad mundial está golpeando al mundo, lo mismo que está pasando en Chile está pasando en Colombia, en Argentina, en Francia… Creo que tiene que haber un sistema que permita una mayor satisfacción de las mayorías, ¿Cómo hacerlo? No sé”.

El comunicador opina que Chile está al debe en muchas cosas, de partida, en dar una mejor educación a los niños y en dar más oportunidades a las personas para que se puedan educar en la universidad.

Las cábalas

Mientras almuerzan, Martín le pregunta por sus cábalas. Don Francisco le dijo al conductor del programa que tiene la misma billetera desde los 16 años, que nunca entra por la puerta principal a su casa y que siempre anda con un palito entre el dedo y el anillo, “está bien tener cosas extrañas”, dijo.

El final de Sábado Gigante

Tras almorzar, Martín le enseña canciones de Gardel y Don Francisco se pone a cantar para luego revelar que Gloria Estefan y Emilio Estefan le compusieron una canción especialmente para él, para el fin de Sábado Gigante, “Siempre hay un principio, siempre hay un final”.

“El protagonista de Sábado Gigante siempre fue el público. Tengo un gran respeto por el público, para mí merece mi mayor respeto. Yo nunca voy a llegar en malas condiciones a hacer un trabajo, lo voy a hacer lo mejor posible”, dijo Mario.

Cuando terminó después de 53 años Sábado Gigante, su señora le preguntó a la semana siguiente si se sentía raro, le dijo que no.

“Para mí la vida no tuvo ningún cambio. Sin embargo, internamente, el subconsciente –poca gente lo sabe- tiene que haber ocurrido algo muy fuerte en mí cuando se preparaba el último programa. Porque ese día estelar, ese día tan importante en mi vida, yo me despierto a las 7 de la mañana con un dolor de muela que nunca había tenido”.

Cuenta que le hicieron un tratamiento de conducto en el dentista y que hizo el último capítulo de Sábado Gigante con la mejilla hinchada. El dolor de muela se lo atribuye al estrés que desafortunadamente le pasó la cuenta en el último tiempo despidiendo el programa.

El museo de Don Francisco

Temmy Muchnick, la señora de Mario, ha recolectado cada momento de la vida de su marido y creó un museo en la propia casa. Temmy le presenta el museo al equipo de “De tú a tú”, un lugar que está plagado de la historia del animador y de los 58 años que llevan de casados.

“Siempre he sido guardadora de cosas, siempre. Todo está acá”, dijo Temmy quien presenta todos los reconocimientos de Don Francisco, desde el primer libreto del “Show dominical” hasta los premios y fotos con personajes de todo el mundo, desde presidentes hasta deportistas connotados.

Ambos cuentan que cuando Sábado Gigante se trasladó a Estados Unidos fue una situación complicada porque los hijos estudiaban en Chile y ninguno de los dos pensó siquiera que al programa le podría haber ido tan bien. “Nosotros pensábamos que veníamos por dos años y nos íbamos”, dijo Mario que lleva 33 años viviendo en Miami junto a su señora.

Tras sorprenderse con todos los tesoros que tiene guardado en el museo, que tiene más de dos mil recuerdos, fotos, condecoraciones y un Emmy que se ganó el animador el año 2005, Martín le pregunta a Mario cómo quiere que la gente lo recuerde.

“Solamente como buena persona, ese es mi sueño. Que espero haberlo hecho lo mejor posible dentro de las posibilidades que un individuo tiene, uno comete errores, faltas, perfecto no hay nadie pero yo quisiera hacer sentir a todos que lo hice con la mejor intención. Que mi meta era hacerlo lo mejor posible”, dijo Mario Kreutzberger.

Y agrega, “siempre, todos los días, pienso en esto como una pasión, veo, escucho, a veces no opino, pero para mí estos han sido unos años muy intensos pero muy bonitos”.

Martín le pregunta a Temmy cuál es la fórmula para tener un matrimonio de tantos años, ella responde: “creo que vivir y dejar vivir. Tener empatía con el otro y ponerse en sus zapatos. Primero que todo, quererse”.

En el siguiente link, puedes revisar el capítulo y los mejores momentos de esta noche: https://www.13.cl/programas/de-tu-a-tu

“De tú a tú”, de lunes a jueves, después de “Tele13 central”