en “De tú a tú

Felipe Braun recordó su pololeo con Amparo Noguera en los años 90 y habló de su relación con Mane Swett

En un nuevo capítulo de “De tú a tú”, Martín Cárcamo se trasladó hasta Llanquihue en la Décima Región, a la casa del actor Felipe Braun, quien vive ahí desde el año pasado.
jueves, 18 de marzo de 2021 · 09:53

Felipe Braun participó en un nuevo capítulo del programa De Tú a Tú, conducido por Martín Cárcamo. En este habló de su vida actual y de la decisión de vivir en el sur, que fue una corazonada porque él tenía que hacer un programa para Canal 13, en donde tenía que viajar por Europa, pero llegó la pandemia y se truncó. Entonces, como para seguir con las vacaciones, se fue al sur con su familia, se quedaron un tiempo más porque les gustó y decidieron quedarse.

DTAT - Felipe Braun
DTAT - Felipe Braun

¿Cómo es la vida de Felipe Braun en el sur?


Tiene su propio huerto y comenta que trata de usar poco plástico y de reciclar lo que se puede. Tenía 24 gallinas, pero una se arrancó y murió. Tiene cabras, las ordeña y hace queso.

Su señora es arquitecto y habían conversado el tema de irse al sur, pero la pandemia adelantó todo. “Fue un proceso porque es dejar colegio, Santiago, amigos, familia, y encontrarse con otra vida. Con susto también de reinventarse porque las teleseries no son una posibilidad acá. Ahí me metí en este programa que se llama ‘Factor de Cambio’ (13C) que me tiene muy contento y como que me nutre de la televisión y lo que me gusta hacer, pero dejo las teleseries”.

Martín se ríe y le dice que qué hacía actuando si le va más esta nueva vida. “Me gusta la actuación y me sigue gustando pero también me gusta la comida y me gusta experimentar. Me di cuenta que soy súper bueno para estudiar. Cuando chico pensé que era muy malo porque en el colegio no me iba bien. Me iba súper mal. Tenía dislexia por lo que me costaba aprender. Me di cuenta que mi forma de aprender no era la misma que la del resto. Hasta el día de hoy no entiendo igual que el resto. En una charla grande no voy a entender igual que los otros. Me es más fácil leer y practicar. Por eso la escuela de teatro se me hizo tan fácil, porque el tema de que no hubiera un profesor de pie dando la lata todo el rato, me lo hizo fácil”. 

Agrega que “a los 50 soy bueno para cuidar animales”.

Confiesa que siempre ha sido miedoso a todo. “Es raro. Es como una especie de fobia. Creo que soy más sensible que miedoso. Me preocupo de todo un poco. Y mi señora que es súper templada, creo que por eso nos llevamos tan bien. Yo al revés. Con el tema de la pandemia yo también tenía un poco de susto. Siempre un poco a la defensiva, un poco hipocondriaco, pero no tanto tampoco. Volar tampoco me gusta mucho. Ando ahí”.

“Luciano es mi amigo del alma. Es como mi hermano grande, entonces ya no le importa, me dijo ‘ah en serio, en el sur, ¡ah qué bueno!’ y yo ‘¡cómo que bueno! Tienes que decirme que me vas a echar de menos’. ‘El Rumpy’ también es muy amigo mío, también lo conversamos harto y le pareció una súper buena idea. La manera de echarme de menos de ‘El Rumpy” es que él se compró unas cabras igual que yo”.

También cuenta que su hijo menor comenzó a echar de menos y a extrañar a sus amigos, y eso fue más duro.

 

DTAT - Felipe Braun
DTAT - Felipe Braun


Su familia


La infancia de Felipe Braun partió en México, por un trabajo de su padre. Su madre antropóloga siempre muy metida en el tema de los indígenas. Luego se fueron a Perú. “Tengo recuerdos súper claros de “Perú”. Su llegada a Chile fue lindo porque se encontró con sus abuelos y primos, pero por otro lado recuerda que “Chile era un país mucho más oscuro, en todo sentido. Más invierno y por el momento político que se vivía, en el año 78. Era un momento más gris”.

“El colegio siempre fue un problema para mí”. Por su dislexia pasaba muchas horas en el psicopedagogo y le daban dulces de premio y ahora no puede comerlos. No le gustan.

También cuenta que estuvo en el mismo colegio de Felipe Camiroaga. “Me acuerdo de Felipe cuando chico porque él era súper cariñoso conmigo. Él estaba en segundo medio y yo era chiquitito. Y a su grupo de amigos les llamaba la atención mis ojos. Me acuerdo que era súper simpático. Después le dije y se acordaba”.

Narra que sus padres se separaron cuando tenía 13 años. “Tenía muchos celos de que mis papás encontraran otras parejas, pero además Chile estaba muy difícil, entonces me imaginaba a mi papá viviendo en el sur en un momento muy duro, de mucha lluvia. Y nosotros nos quedamos con mi mamá y mi abuela. Teníamos muy poca plata, era un momento bastante malo. Y mi papá también. Entonces, era entre celos y miedo de no volver a verlo, no verlo bien. Eso me daba mucha angustia”. Dice que a su papá lo veía muy poco porque estaba en el sur. Pero con el tiempo sus papás se reconciliaron y se fueron todos a vivir al campo.

“Esa es la etapa más linda de mi vida, junto con la de mis niños ahora. Aprendí de todo, a dibujar, a pintar, a encontrarme con él. Antes mi papá trabajaba todo el día, en cambio ahora estaba todo el día conmigo y es el papá que conozco hasta el día de hoy”. Martín lo hace reflexionar en cómo él repitió esa historia con sus hijos, al cambiarlos de la vida citadina al sur.

La relación con su hermano es buena “él iba mucho más adelante que yo, porque es mayor, entonces todo lo que él hacía bien yo nunca lo logré, como pescar por ejemplo. Y veo a mis hijos que tienen la misma relación que tengo con mi hermano. Nos llevamos muy bien pero nos peleamos harto”.

Cuenta que ahora de adultos cuando se ven, se pelean la primera semana. “En Estados Unidos recorrimos 500 kilómetros en bicicleta juntos, los dos solos, hace un par de años. Y la primera semana nos queríamos matar. No podía ser que la primera semana que llevábamos juntos ya nos estábamos agarrando por las mismas cosas que nos agarrábamos cuando teníamos 11 años ¡Y en serio! Al día siguiente muertos de la risa. Es uno de los mejores meses que he pasado”.

“Me hice muy amigo de Luciano Cruz-Coke por lo mismo. Tenemos una relación muy de hermanos. Nos adaptamos muy bien. Y cuando nos conocimos a mí me cargaba. Me cayó pésimo. Igual que mi hermano, mandón. Y al rato me cayó bien. Le tengo mucho cariño hasta el día de hoy”.

DTAT - Felipe Braun


Relaciones y su carrera


Martín le pregunta por sus relaciones, y Felipe confiesa que tuvo un pololeo largo cuando chico. “Cuando empecé a ser actor, terminé con ella”, todos ríen pero él aclara: “ella terminó conmigo. No le gustó el mundo. Ella es amiga mía hasta el día de hoy, la adoro. Somos muy amigos”.

Ella, que estudiaba Arte, lo fue metiendo en esa área, cuando él estudiaba Comunicación Social. Él recuerda que siempre ha ido mucho al teatro y le entró la idea de ser director, pensando en que era más fácil. Dio el examen para entrar a la escuela de Gustavo Meza y quedó. “Ahí me di cuenta que ser director es imposible, mucho más difícil. Hasta el día de hoy veo que es imposible. En cambio, actuar se me hizo más fácil. Me gustó”.

Por pinta, Felipe dice que “el tema del ego y del físico en la actuación es súper delicado. En cualquier momento te pega una patada de yegua y te mata porque entre que juegas y te puedes creer una persona guapa y puedes avanzar con eso, por otro lado te puede hacer mucho daño, porque así como te quieren. Te rechazan”.

El actor cree que no es galán. “He tenido época de actor protagónico dónde he hecho de galán, pero no ha sido la mayor parte de mi carrera. La primera parte de mi carrera hice de estudiante flacuchento, después hice ‘Machos’ y ahí comenzó a cambiar un poco la cosa, pero tampoco hice de galán típico. La actuación, y en especial la televisión, es traicionera porque en un minuto te quieren y te adoran, y al otro minuto no. Y si tú crees que eres tú el que está ahí te pega porque pasas a ser el malo, el feo, y no puede pasar por ahí. No conozco a ninguno que no haya pasado por un momento malo”.  

Reconoce que la fama igual le pegó, cuando era joven. “Los primeros años porque éramos muy jóvenes, 21 o 22 años, y éramos muy famosos. Salíamos a una discoteque y quedaba la embarrada. Era muy loco, muy raro. Tú te distorsionas un poquito”.

Martín indaga en lo que le pasó a Felipe. “Me encerré mucho. Tuve una relación súper seria, súper encerrada, y dejé de vivir como una persona joven. Vivía como un casado, tratando de exponerme lo menos posible, de estar con gente lo menos posible. Creo que me afectó bastante”, esto fue a los 24 años y se refiere a la relación que tuvo con la actriz Amparo Noguera.

“Teníamos una vida muy seria. Además de que era de muy mal gusto ser actor y disfrutar de la fama. Entonces uno trataba de hacer todo lo posible por ser sobrio. Y eso es poco auténtico”.

Reconoce que era muy chico y que tenía muchas responsabilidades porque se tomaban muy en serio la relación. “No me arrepiento de nada. Siento que fueron momentos súper bonitos. Haber estado con una gran actriz me enseñó mucho en la vida. A entender la actuación desde otro lado, lo que significa una vida de un actor, además de venir de una familia de actores. Héctor Tito Noguera es hasta el día de hoy, una persona a la que yo admiro mucho”.

Amparo le envía un video a Felipe en donde le pregunta cómo fue trabajar con su padre. Felipe recalca que Tito “es una persona fascinante. La cantidad que trabaja ese hombre hasta el día de hoy, y la sensibilidad con la que enfrenta sus trabajos es impresionante. En ‘Machos’, cuando me tocó trabajar con él, estaba cagado de susto porque toda mi relación con el personaje era con él y eran puras discusiones. Era muy difícil, porque a mi gusto me estaba encontrando con uno de los mejores actores de Chile, y tenía las escenas más difíciles con él”, y Martín le recuerda que Tito había sido su suegro. Felipe dice que sí, y además muy cercano y le tenía mucho cariño, por lo que todo era una enorme responsabilidad. Dice que en ese momento él había hecho una obra con Rodrigo Achondo, por lo que tomó muchas herramientas de ahí para enfrentar sus escenas con Noguera.

También recuerda una anécdota con Tito Noguera. Felipe estaba haciendo un monólogo para la escena en que el personaje de Noguera, Ángel Mercader, había sufrido un infarto y se estaba muriendo. Y de repente, Felipe escucha ronquidos. Tito Noguera se había quedado dormido. Después le pidió disculpas y para compensarlo siempre que le preguntaban por la escena, decía que había quedado muy buena.

DTAT - Felipe Braun
DTAT - Felipe Braun



El personaje que más lo marcó


En “Machos”, Felipe Braun interpretó a Ariel Mercader, el hijo homosexual en una familia muy machista.

“La historia no hablaba de las relaciones homosexuales. Hablaba de la aceptación de un padre. Me tocó una misión preciosa y trabajé en eso que estaba bien escrita. Me topé con mucha gente en la calle, mucha gente me contaba sus historias”, y recuerda una en particular de una señora que le contó que su ex pareja era homosexual y que usó a su personaje como referente para hacerles entender a sus hijos lo que pasaba con su papá.

Dice que la fama en esa época, la vivió tranquilo porque era más grande. “No fue algo que me volviera loco. Todo lo que vivimos en ese momento fue muy expuesto y todo el mundo lo ve. Nunca he sentido que he dependido de alcohol para salir así, pero si he tenido mis terapias con psicólogos y psiquiatras. Además, que son vidas más complejas porque somos más sensibles también”.

Felipe relata lo que le pasó la primera vez que fue a terapia, el psicólogo hablaba tan bajo que no le escuchaba, y a pesar de que le pidió que hablara más fuerte, por dos meses no le entendió nada.

“Le lloraba, le decía un montón de cosas. Me di cuenta que al final estaba pagando por las puras, pero me hacía bien, porque yo le hablaba y me sentía bien. No le escuché nunca nada. Salvo cuando se puso a temblar y estábamos en el piso 12. Me quedé con la idea de que era una técnica”.


Sus relaciones parte 2


Martín regresa al tema de las ex parejas de Felipe, y retoman su relación con Amparo. Trabajaron en las mismas teleseries de TVN varios años, por lo que viajaban por todo Chile. “Mi gran encuentro con ella, tiene que ver con el humor. Amparo es una persona extremadamente divertida. Nos reíamos mucho y nos seguimos riendo de las mismas pelotudeces hasta el día de hoy. Somos muy cercanos. Y después nos tocó vivir muchas cosas en la vida. La enfermedad de su mamá, yo estaba muy cerca de ella. Hubo muchas cosas que nos unieron. Han ido pasando las parejas, las relaciones, y seguimos siendo amigos”.

Después Felipe estuvo con Sigrid Alegría. “Fue más corta. Le tengo mucho cariño. Muy buena onda Sigrid. Cariñosa y era mamá, entonces conocí mucho la maternidad de ella y cómo era tener un niño en la casa”.

Con Mane Swett pololearon varios años y vivieron juntos, luego se casaron. Se conocieron en “Machos”. Martín indaga en la relación y la separación de Felipe con Mane. Él cuenta que pasaban mucho en la playa, en Tunquén. Recuerda que era una época de mucha carga de trabajo y mucha farándula. Afirma que nunca vio mucha farándula por lo que no era consciente que en los programas de espectáculos hablaban de él y de su relación. 

Martín le pregunta por el momento en que Felipe tiró el micrófono de un periodista de un programa de farándula. “Es el peor error de mi vida. Nunca más lo voy a hacer en la vida porque es muy caro hacer eso. Ya le hiciste la noticia y vamos para delante de nuevo. Pero ya no daba más. Me agarraban en todos lados y me preguntaban cosas que yo no quería hablar. Entonces, me venía persiguiendo, persiguiendo, y le digo ‘ya, te voy a hablar’, y se me ocurrió la tonta idea de tirar el micrófono”.

Martín le dice que duró más tiempo conviviendo con Mane que casado. “Después de una separación hay cosas que tiene que ver con la relación, muy personales, por cierto, pero que obviamente uno siente que no cuadraban, y sigo pensando igual. Pero también con mucho cariño muchas cosas. Y hablo mucho con la Mane, somos bien amigos y conversamos mucho de eso. Hace poco hablamos de eso”.

En cuanto a su matrimonio, Felipe dice: “Mi relación terminó mucho antes del escándalo. Un año antes. Y un año después empieza a quedar la embarrada y comienzan las especulaciones, en fin, todo lo que pasó. Entonces para mí era muy desconectado”.

Martín consulta si en ese tiempo él hablaba con Mane. “Sí porque hubo temas delicados por lo que conversamos mucho. Y también mucho con mi señora porque yo ya estaba con ella. Sofi estuvo muy cerca de todo. Por eso te digo que fue súper loco, porque la gente sentía que había pasado ahí…bueno es lo que pasa con estos programas, que empiezan a levantar lo que parece interesante en el momento que sea, no es noticia, es lo que encontraron y vamos para delante”.


Su alejamiento de las teleseries


“Muchas cosas de mi etapa profesional que terminan también ahí (con el divorcio). Hay una desilusión con la televisión y con muchas cosas que pasaron ahí que para mí se cerraron. En un minuto me doy cuenta que me estoy poniendo viejo y que lo único que hacía era actuar. No quería seguir actuando como loco. Quiero actuar en las cosas que me gustan y pasarlo bien, y me encanta”.

Afirma fehacientemente que no volvería a hacer una teleserie. “No, no creo que vuelva nunca más. Me han ofrecido pero no, ya no. Porque para mí ya pasó. He hecho entre series, teleseries, y películas, he hecho 34 o 35, no sé. Muchas. Ya estuvo bien. Hice unos papeles preciosos, otros no tanto, fue de todo. Ya está bueno. Hay que dedicarles tiempo a otras cosas”.

Y afirma que no es renegar de las teleseries, sino que la encuentra increíble, y señala que lo que más le gusta de las teleseries es pasar tiempo sin grabar, esos tiempos muertos entre las grabaciones.

Relata que su última teleserie en donde interpretaba a una persona con cáncer, tiritaba. “Fue un trabajo tan doloroso porque la guionista se enfermó de cáncer y falleció. Me eché al hombro una teleserie muy angustiosa. Ya no quería más, y mi cuerpo estaba reaccionando mal. Tenía pena todo el día”.

Asegura que estar en una teleserie es “un compromiso emocional muy grande, ya no. Ya está bueno. Ahora quiero hacer quesos. Pero teleseries no más”.


Sofía Schmidt


Cuenta que conoció a Sofía, su actual señora, en una comida. Lo invitaron, pero no cabía en la mesa, por lo que se sentó con unas chicas que estaban ahí que eran Sofía y una amiga de ella.

Conversaron de Colombia que es un país que al actor le encanta, y comenzaron a ser amigos, y luego se pusieron a pololear. Hace tres años se casaron.

Cuando Martín le pregunta cuándo es su aniversario, Felipe no se acuerda y hace que todos se rían. Llaman a Sofía para preguntarle, pero ella tampoco está tan segura de la fecha, causando más risas en todos los presentes. Ella descarta volver a Santiago, confirmando lo que ya Felipe había dicho.

Tienen 17 años de diferencia y perdieron su primer embarazo. “Fue súper triste porque nos habíamos hecho muchas ilusiones. Fue un golpe”. Agrega que alcanzaron a contarle a las familias pero no estaban muy convencidos de la relación. Le decían a ella: “pero este hombre es un poco mayor y mi familia me decía ‘pero oye, ella es muy chica’”.

Para él sus hijos son una maravilla. “Me gusta la paternidad, me gustan, me gustó el embarazo, ella se sintió bien, entonces fue un momento súper bonito para nosotros”. Si le preocupa ser papá viejo, afirma que está en la edad justa. No sabe si armó la familia que soñaba porque “el mundo se fue armando en la medida en que nos fuimos conociendo los dos. Ahora que estamos en el sur, tengo la sensación de que se empieza a parecer a lo que yo me imaginé que iba a pasar”.

En el siguiente link, puedes revisar el capítulo y los mejores momentos de esta noche: https://www.13.cl/programas/de-tu-a-tu

 

DTAT - Felipe Braun
DTAT - Felipe Braun