Review de The Mandalorian

Columna de Ernesto Garratt: Baby Yoda es un chileno de corazón

La serie de Disney+ es de lo mejor que ha dado la fatigada saga de Star Wars.
miércoles, 18 de noviembre de 2020 · 09:12

No había logrado conectarme con ninguna secuela o precuela de la Star Wars original como lo estoy haciendo con The Mandalorian. Claro, está Rouge One, que gran spin off. Pero en general la gran emoción que había dominado mi ethos era un inflado entusiasmo cuando aparecía una nueva continuación, seguido de una profunda frustración tras digerir su respectiva mediocridad. 

Pero con The Mandalorian ha sido todo lo contrario. Nada hacía presagiar que esta pequeña fuerza de la ficción iba a contener todo, absolutamente todo lo que los JJ Abrams y sus secuaces habían olvidado incluir en la expansión y consabido desgaste de una saga que ya no es lo que era. Bueno, hasta ahora. 

De hecho, hicimos un especial en www.nerdnews.cl acerca del hito que significa esta serie en Disney+.

A diferencia de secuelas y precuelas en las que no pienso gastar más saliva ni tinta, The Mandalorian posee un enorme corazón. Es raro teorizar con ideas sobre emociones, pero esta serie de Disney+, streaming que llegó esta semana a Chile, posee toneladas de corazón. 

Mando, interpretado por el chileno Pedro Pascal, es un caza recompensas algo frío cuyo rostro no vemos detrás de su casco.

Su aventura ocurre después de El Regreso del Jedi. Y Se trata de un verdadero cowboy espacial y donde pone el ojo, pone el rayo láser.

El creador de este show televisivo, Jon Favreau, comprende que esa es la clave del éxito cuando haces un show de Star Wars: esto es un western espacial. Así fue concebido por George Lucas en 1976 con A New Hope. 

Pero además de congraciarse con la idea de western de matiné espacial, acá hay un añadido latino.

Hay una profunda y emotiva relación padre-hijo entre Mando y el objetivo que debe eliminar en un comienzo, pero que luego, claro, se arrepiente: Baby Yoda

Esa profunda demostración de ternura, de cercanía por parte del pequeño niño de solo “50 años”, se roba el show.

Mando, el personaje detrás de la máscara, es interpretado por un chileno. Y si nos ponemos creativos, podemos afirmar en el nombre del animus iocandi, que Baby Yoda -por lo menos al ser adoptado por un chileno- derrocha una llana y emotiva chilenidad.

The Child, travieso, tiernamente malandra y a la vez adorable, en mi fuero interno es un chileno de corazón. 

Salud y a disfrutar The Mandalorian